La policía turca ha comenzado a instruir a los conductores de taxi para darles pautas sobre cómo detectar comportamientos sospechosos que les ayuden a identificar a posibles terroristas, después de que la investigación sobre el triple atentado suicida perpetrado el pasado 28 de junio en el aeropuerto internacional Atatürk de Estambul haya sacado a la luz que los terroristas viajaron hasta el lugar en taxi.
En declaraciones recogidas por la prensa turca, el presidente de la Asociación de Conductores de Taxi del Aeropuerto Atatürk se refirió al hecho de que los terroristas viajaran en el taxi con chaquetas de invierno pese a que se trataba de un caluroso día de verano, lo que llamó la atención del conductor. “Ese taxista también debería estado más atento, porque cogieron un taxi en (el distrito estambulita de) Fatih y los tres (terroristas) llevaban chaquetas con este tiempo caluroso”, dijo el presidente de la asociación, Fahrettin Can.
Según explicó Can, efectivos de la policía turca han comenzado ya a entrenar a los taxistas sobre gestos, comportamientos, atuendos y otras pistas que pueden revelar a potenciales terroristas, pidiendo a los miembros del gremio que informen de cualquier cosa que les parezca sospechosa.
Durante la formación los taxistas también han transmitido sus puntos de vista sobre los fallos en seguridad del aeropuerto, que precisamente ha reforzado su seguridad tras los atentados y esta semana comenzó a instalar barreras de cemento en sus principales accesos.
Por otro lado Can también criticó duramente algunas informaciones difundidas en los últimos días a través de las redes sociales que aseguraban que los taxistas cobraron el día del atentado tarifas hasta cinco veces superiores a la habitual. “Hemos tenidos tres funerales por compañeros y uno gravemente herido. Tenemos 10 amigos que sufrieron heridas (en el atentado)”, dijo el presidente de la asociación, asegurando que tal comportamiento por parte de los taxistas hubiera sido “inmoral” y pidiendo a quienes tengan pruebas que las denuncien ante las autoridades.
Los terroristas pretendían inmolarse con cientos de rehenes
Y es que la investigación ha revelado que la intervención de los efectivos de seguridad que custodiaban las instalaciones del aeropuerto lograron mitigar en parte un atentado que ha dejado 47 fallecidos –según las últimas informaciones- pero que los terroristas tenían planeado de forma muy diferente.
Así, se ha sabido que el plan original de los atacantes pasaba por hacerse fuertes en el interior del aeropuerto y tomar cientos de rehenes en la terminal, para posteriormente inmolarse con ellos. Por el contrario los terroristas fueron interceptados en el control de seguridad en el exterior del aeropuerto Atatürk, donde abrieron fuego y uno de ellos se inmoló, antes de que los otros dos aprovecharan el caos para entrar en las instalaciones y accionar sus explosivos.
Precisamente el miércoles dos ciudadanos sirios morían en una explosión ocurrida en una vivienda del distrito de Reyhanlı de la provincia de Hatay, ubicada al sur de Turquía y fronteriza con Siria; el incidente, según confirmó posteriormente el gobernador local, se produjo cuando ambos preparaban explosivos para un atentado. Ambos murieron poco después a consecuencia de sus heridas en un hospital, mientras que la policía encontró también una pistola con silenciador en la vivienda donde se produjo la explosión, que despertó la alarma entre los residentes en la zona.
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