Una reportera turca de la agencia de noticias Doğan ha denunciado haber sido atracada y golpeada en Río de Janeiro mientras cubría los Juegos Olímpicos que se celebran en esta ciudad brasileña, según informaron el viernes varios diarios y medios de comunicación turcos.
“Varias personas me atacaron desde atrás y me tiraron al suelo bruscamente en pleno día. Yo protegía mi bolso mientras gritaba con todas mis fuerzas. La lucha duró un par de minutos. Comenzaron a golpear algunas partes de mi cuerpo cuando no pudieron agarrar mi bolso”, explicó Canan Kaya, corresponsal de la agencia en Buenos Aires, mientras relataba cómo fue asaltada en una de las calles más concurridas de Río sin que nadie le prestase ayuda.
“Desgraciadamente nadie me ayudó, me salvé por mis propios medios. Transmití el incidente a responsables del Comité Olímpico Internacional (COI), al comité organizador y a la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS). La policía dijo también que se llevaría a cabo la investigación necesaria”, dijo Kaya, quien no obstante aseguró que no era la primera vez que sufría un asalto y que las fuerzas de seguridad brasileñas no habían tomado las medidas suficientes para proteger a extranjeros y deportistas.
Este incidente se produce después de que un autobús que transportaba periodistas fuese alcanzado esta semana por varios proyectiles que provocaron heridas leves a dos pasajeros. El autobús, que se dirigía al Parque Olímpico desde el complejo deportivo de Deodoro, sufrió el ataque en el barrio Curicica, una localidad cercana a Ciudad de Dios, una favela de Río que registra altos índices de violencia.
Así mismo el pasado sábado el ministro de Educación de Portugal, Tiago Brandão Rodrigues, sufrió un asalto con arma blanca en la sede olímpica de las pruebas de remo; Rodrigues, que caminaba junto a uno de sus asesores cerca de la sede olímpica, fue interceptado por un atracador que le amenazó con un cuchillo y le pidió el dinero, el teléfono móvil y la cartera. El ministro resultó ileso y el agresor fue detenido posteriormente por la policía, pero el suceso volvió a poner de manifiesto la falta de seguridad de los Juegos pese al enorme despliegue de más de 85.000 policías y soldados en la ciudad.
Justo un día antes, durante la jornada inaugural de los JJ.OO. celebrada el viernes 5 de agosto, dos entrenadores de remo de la delegación australiana fueron asaltados también a punta de cuchillo cerca de la emblemática playa de Ipanema; en este caso los atracadores fueron dos adolescentes -uno de ellos con un cuchillo- que agarraron a los entrenadores por la garganta y los pusieron contra la pared. Siguiendo las recomendaciones para estos casos, los australianos no ofrecieron resistencia y entregaron inmediatamente sus carteras y teléfonos móviles. Medios locales informaban así mismo que un judoca de la delegación belga fue asaltado el pasado martes cerca de la también famosa playa de Copacabana.
Pese a la caída de los índices de criminalidad en los últimos años, Río de Janeiro ha experimentado un repunte de los asesinatos y atracos en los últimos meses; los asaltos los sufren principalmente extranjeros, habitualmente en la vía pública y a plena luz del día, y a menudo por parte de menores o de mujeres adolescentes.
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