Una persona falleció el martes y otra más resultó herida en el primer accidente de tráfico mortal en el recién inaugurado tercer puente sobre el Estrecho del Bósforo que divide en dos Estambul y separa Asia de Europa, abierto al tráfico tras una ceremonia celebrada el pasado viernes 26 de agosto.
Al menos dos camiones trailer colisionaron el 30 de agosto en el nuevo Puente Yavuz Sultan Selim, en un accidente que al parecer estuvo causado por una retención de tráfico motivada por la práctica que muchos conductores mantienen estos días de reducir la marcha o incluso detener sus vehículos al cruzar el puente para hacerse “selfies”, pese a las advertencias de las autoridades y la policía.
De hecho horas después del accidente y cuando aún eran evidentes los restos de la colisión, continuaban viéndose vehículos deteniéndose en el arcén o a un lado de la vía para hacerse fotografías en el puente, que con ocho carriles –cuatro en cada sentido- y dos vías de ferrocarril es el más largo de su tipo en el mundo, con una longitud total de 1.400 metros, una anchura de 59 metros y una altura de torres de 322 metros.
Se prevé que unos 135.000 automóviles crucen a diario el puente de Yavuz Sultan Selim en uno u otro sentido, con un coste de 9,9 liras –unos 3 euros- para aquellos que crucen desde Europa a Asia, si bien hasta el 1 de septiembre el tránsito es gratuito. Todo el tráfico pesado que hasta ahora atravesaba los otros dos puentes sobre el Bósforo será desviado por el nuevo puente, lo que se espera contribuya significativamente a reducir la polución y la congestión de la circulación en Estambul, considerada como una de las ciudades con el peor tráfico del mundo.
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