El asesinato el martes en su propia casa de Deryan Aktert, un político local miembro del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) a manos del PKK, parece confirmar un cambio en la estrategia del grupo terrorista tras el fracaso de su intento de hacerse con el control de facto de varios distritos del sureste de Turquía y la pérdida de apoyo entre la población local, entre la que crece la indignación tras la ruptura en 2015 de la tregua y con el recurso cada vez mayor del PKK a los atentados indiscriminados con coches bomba, el último de los cuales dejó el domingo 15 muertos entre militares y civiles en la provincia de Hakkari.

Deryan Aktert, responsable del partido AKP en el distrito de Dicle de la provincia de Diyarbakır, murió el lunes por la noche después de que militantes del PKK dispararan contra él en torno a las 23:00 horas de ese día cuando se encontraba en la gasolinera que regentaba, según confirmaron a la prensa fuentes de seguridad, que indicaron además que la víctima había recibido varias amenazas de muerte y había sido objeto de otro ataque armado el pasado año.

Aktert ha sido el segundo miembro del AKP en el sureste de Turquía –donde la población es principalmente de etnia kurda- en ser asesinado en dos días después de que el domingo Aydın Muştu, vice presidente del AKP en el distrito de Özalp en la provincia de Van, apareciera muerto en su casa; según informó la prensa local citando los datos proporcionados por el gobernador de Van, inicialmente miembros del PKK intentaron secuestrar en torno a las 21:00 horas del domingo el coche en el que viajaba Muştu, quien finalmente consiguió escapar, pero poco después fue asesinado en su propia casa frente a sus dos hijos.

El asesinato de Muştu coincidió también con un importante encuentro celebrado ese día precisamente en Van en el que líderes de 181 de las familias kurdas más influyentes de 16 provincias del este y sureste de Turquía expresaron abiertamente su rechazo a los ataques terroristas del PKK y mostraron su respaldo a las autoridades y al Estado en la lucha contra el terrorismo.

“El principal propósito del PKK ha sido siempre suprimir a todos los demás movimientos políticos kurdos, a las voces críticas y a la sociedad civil, propagando el horror mediante asesinatos, al igual que ya hicieron en los años 80”, señaló Mustafa Ekici, periodista kurdo de la cadena turca en lengua kurda TRT Kurdi, en declaraciones recogidas por la prensa del país.

El doble asesinato ha llevado incluso a los dos co-presidentes de la formación nacionalista kurda Partido Democrático de los Pueblos (HDP), a quienes muchos en Turquía consideran el brazo político del PKK –de hecho el HDP es el único partido que se niega a calificar al PKK como un grupo terrorista- y que habitualmente no condena sus atentados, a expresar su rechazo por lo que calificaron como “asesinatos políticos”.

Con el asesinato de Aktert y Muştu, de hecho son ya cinco los miembros del AKP en la región asesinados por el PKK en lo que va de año, 4 de ellos en los dos últimos meses, algo sin precedentes en los últimos años, donde sí han sido habituales sin embargo los secuestros “intimidatorios” en la región de representantes tanto del AKP -el principal rival político del HDP en la región- como de otras formaciones rivales del HDP y de sus partidos predecesores (el BDP o el DTP). Precisamente a finales del pasado marzo el PKK secuestró al presidente del AKP por el distrito de İspir en la provincia de Erzurum, cuando viajaba en su vehículo por una carretera local, pero logró escapar dos días más tarde. Sin embargo cuando en agosto el PKK secuestró al presidente de las juventudes del AKP en el distrito de Beytüşşebap de Şırnak, sus secuestradores lo asesinaron y su cuerpo sin vida fue descubierto poco después.

Yıldırım: “Estamos entrando en una nueva etapa”

Durante la reunión habitual de los martes con diputados de su partido AKP, el primer ministro turco Binali Yıldırım se refirió a los últimos asesinatos en la región reiterando que la estrategia del PKK de recurrir a amedrentar a la población civil respondía a los duros golpes que ha sufrido la organización terrorista especialmente en el último año, en el que ha perdido a más de 7.000 de sus militantes y se ha visto obligado a abandonar los centros urbanos. “Estamos entrando en una nueva etapa”, aseguró Yıldırım, añadiendo que había informaciones de que los líderes del PKK habían dado instrucciones a sus militantes para incrementar los ataques contra miembros del AKP.

En una entrevista concedida a la cadena CNN Türk, el vice presidente del AKP y ex ministro de Agricultura de Turquía, Mehdi Eker, calificó las muertes como un “intento futil” por parte del PKK de “eliminar y amedrentar al AKP” en la región. El propio Eker, de etnia kurda y nacido en la provincia de Diyarbakır, es otro político del partido gobernante en Turquía que ha sufrido durante años los ataques por parte del nacionalismo kurdo e incluso un intento reciente de asesinato, después de que a principios de septiembre la policía encontrara explosivos en el cementerio de su familia en Diyarbakır un día antes de que el ex ministro tuviera previsto acudir al lugar.

También el líder del principal partido de la oposición, Kemal Kılıçdaroğlu, condenó el martes los asesinatos en una reunión con diputados de su partido CHP. “Estamos en contra del terrorismo, no importante de quien venga y a quien ataque. La pérdida (de los representantes locales del AKP) representa un dolor común”, dijo Kılıçdaroğlu ofreciendo sus condolencias a las familias de las víctimas.

Kılıçdaroğlu es otro político que en los últimos meses ha vivido de cerca el terrorismo; el pasado 25 de agosto militantes armados del PKK abrieron fuego con fusiles automáticos y lanza granadas contra el convoy en el que viajaba el líder del CHP junto con su delegación por la provincia de Artvin, al norte de Turquía. Finalmente Kılıçdaroğlu logró ser evacuado a salvo del lugar por sus guardaespaldas mientras fuerzas de la gendarmería que custodiaban el convoy se enfrentaban a los terroristas.

Aunque el PKK negó posteriormente que su objetivo fuera el propio Kılıçdaroğlu, lo cierto es que los guardaespaldas del líder de la oposición en Turquía aseguraron a los medios que abrieron fuego cuando al menos uno de los terroristas intentó disparar con un lanzacohetes contra el lugar en que se encontraba el coche del presidente del CHP.