La formación nacionalista Partido Democrático de los Pueblos (HDP) anunció el domingo que retomará la actividad normal en la Asamblea Nacional Turca y en las comisiones parlamentarias, después de que a principios de este mismo mes declarara un boicot a la cámara tras el arresto de varios alcaldes vinculados con el partido y de una decena de sus diputados, incluyendo los dos copresidentes de la formación, acusados de colaborar con el grupo terrorista PKK.

“Después de que nuestros copresidentes (Selahattin Demirtaş y Figen Yüksekdağ) y diputados fueran tomados como rehenes, decidimos una retirada de facto del parlamento”, declaró durante una protesta en el distrito de Kartal (Estambul) Doğan Erbaş, copresidente de la delegación del HDP en Estambul, refiriéndose a las detenciones practicas por la policía el 6 de noviembre. “Sin embargo, tras unas intensas reuniones, ahora hemos decidido tomar parte de forma más efectiva en el parlamento”, añadió.

El anuncio por parte del HDP –que tiene 59 de los 550 diputados en la Asamblea Nacional Turca- de abandonar la actividad parlamentaria despertó rápidamente las críticas tanto del gobierno como del resto de partidos de la oposición. No obstante Erbaş señaló que su regreso a la cámara estaba motivado principalmente para dificultar las iniciativas legislativas impulsadas por el partido gobernante AKP, que posee mayoría absoluta en el parlamento.

“Todos hemos visto los debates legales sobre la concesión del perdón a los violadores. ¿Habría sido eso tan fácil de aprobar si el HDP estuviera en el parlamento?”, se cuestionó el representante del HDP, refiriéndose a la polémica propuesta presentada por el AKP para no condenar a prisión a los acusados de mantener relaciones sexuales con una menor si hay un matrimonio y un consentimiento previo.

Precisamente el martes el primer ministro turco Binali Yıldırım anunciaba durante una conferencia de prensa que el AKP había decidido retirar la controvertida propuesta de ley e iniciar una discusión más amplia sobre la cuestión con el resto de partidos, después de que el día antes el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan insistiera en que el tema debía ser resuelto con un elevado consenso y escuchando las opiniones de todos los sectores sociales.

La propuesta presentada la semana pasada por la formación gobernante en Turquía pretendía indultar a aquellos hombres que hayan ingresado en prisión por casarse con menores de 18 años a través de ceremonias religiosas y con el consentimiento de la joven y su familia, pretendiendo así dar cobertura legal a una práctica muy extendida especialmente en zonas rurales empobrecidas del este y el sureste de Turquía, pero despertando durísimas críticas de la oposición y especialmente de asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres.

El propio primer ministro defendió la ley recordando que existen muchos casos en los que las parejas (en zonas rurales) se casan jóvenes y “no conocen la ley. Luego tienen niños, y el padre entonces va a prisión (por casarse con una menor. Y los niños se quedan entonces solos con sus madres”.

Unos argumentos que sin embargo no convencieron a muchas asociaciones y representantes políticos turcos, que consideraron que abría la puerta para indultar a aquellos hombres que tuvieran relaciones no consentidas con menores de edad si a cambio se casaban con ellas. La moción presentada por el AKP tenía además carácter retroactivo, estableciendo una suspensión de las condenas ya anunciadas en casos similares.