Turquía proporcionará permisos de trabajo y residencia permanentes a los trabajadores extranjeros cualificados que cumplan determinados criterios y que contribuyan en campos como la ciencia, la tecnología, la creación de empleo o la economía, según una regulación que entró en vigor este martes 14 de marzo tras su publicación en el Boletín Oficial de la República.

De acuerdo a la nueva normativa, aquellos ciudadanos extranjeros que cumplan los requisitos necesarios recibirán la “tarjeta turquesa” (turkuaz kart, en turco), que les permite trabajar y residir de forma permanente en el país pero al mismo tiempo les exime de realizar el servicio militar obligatorio. Los miembros de la familia del solicitante cuya solicitud sea aprobada recibirán también la tarjeta turquesa.

El nuevo sistema tendrá en cuenta el nivel de estudios y la experiencia profesional de los candidatos, cuya solicitud deberá ser aprobada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Turquía, así como su impacto en la actividad económica o el empleo en el país; para ello estudiaría si los solicitantes son trabajadores cualificados o realizan inversiones de cierta cuantía en el país, teniendo en cuenta su impacto en la producción, el empleo o las exportaciones.

También se beneficiarán de la tarjeta turquesa aquellos extranjeros que trabajen como científicos o investigadores en campos como la ciencia, la industria o la tecnología; podrán así mismo optar al permiso de trabajo y residencia permanente en Turquía quienes demuestren haber cosechado logros a nivel internacional en áreas como la cultura, las artes o el deporte; igualmente los extranjeros que contribuyan a la imagen y la reputación internacional de Turquía o que realicen a nivel internacional actividades consideradas de interés nacional para el país podrán recibir una tarjeta turquesa.

Las solicitudes para obtener la tarjeta turquesa podrán realizarse a través de un aplicación en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social si el solicitante está en Turquía, o través de las misiones diplomáticas en el extranjero si se encuentra fuera del país, desde donde la documentación necesaria será enviada a la sede ministerial en Turquía, que tomará la decisión final sobre la concesión o no de la tarjeta.

Por otro lado los extranjeros podrán presentar una solicitud para que sus familiares directos obtengan también la tarjeta turquesa durante los 90 primeros días desde la llegada de éstos a Turquía, debiendo incluir en la solicitud documentos que demuestren sus vínculos matrimoniales o de parentesco, en el caso de que tengan hijos. Si por cualquier motivo la tarjeta turquesa del solicitante principal quedase invalidada, perdería igualmente validez la de sus familiares.

Todos los extranjeros que soliciten la tarjeta turquesa serán evaluados en función de un sistema de puntos; los que reciban finalmente la tarjeta no tendrán que realizar –al contrario que los ciudadanos turcos- el servicio militar obligatorio, pero tampoco podrán votar o ser elegidos en las elecciones que se celebren en Turquía u optar a puestos en instituciones públicas.

Por lo demás, los extranjeros propietarios de una tarjeta turquesa podrán realizar todos los trámites relativos a lugar de residencia, viajes, trabajo, inversiones, actividades económicas o comerciales o herencia al igual que el resto de los ciudadanos turcos; no obstante en el caso de que la legislación exija para una determinada actividad, trámite o derecho que el solicitante tenga la ciudadanía turca, quienes ostenten únicamente la tarjeta turquesa no podrá optar a los mismos.

Respecto a este último punto, los extranjeros que reciban una tarjeta turquesa y sus familiares podrán optar a la ciudadanía turca tras cumplir con los trámites y requisitos necesarios, siempre y cuando no se demuestre que representan una amenaza para la seguridad nacional o el orden público.