Cerca de 300 inmigrantes de origen sirio y afgano fueron evacuados el martes de un barrio a las afueras de Estambul a causa de las tensiones con los residentes locales tras el asesinato el pasado domingo de un ciudadano turco, según informó la agencia de noticias Doğan.

Ramazan Şahin, de 24 años de edad, murió asesinado durante una reyerta entre residentes e inmigrantes ocurrida a última hora del domingo en el barrio periférico de İsmetpaşa, situado en el distrito europeo de Sultangazi, que obligó a intervenir a la policía antidisturbios con gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar los choques.

Al parecer el enfrentamiento se habría iniciado después de que un grupo de inmigrantes de origen sirio y afgano molestase a varias mujeres del barrio, según testimonios de residentes locales, que se enfrentaron a los supuestos acosadores desatándose una pelea en la que resultó mortalmente herido Şahin.

El lunes, durante la celebración del funeral por la víctima, un grupo de turcos agredió a un inmigrante afgano, que pudo salvarse gracias a la rápida intervención de la policía; desde entonces la tensión en la zona ha sido elevada obligando a la policía turca a estrechar la vigilancia y las medidas de seguridad, con patrullas constantes por todas las calles del barrio para evitar nuevos altercados.

Finalmente y como medida adicional ante las tensiones en la zona, la policía evacuó a unos 300 inmigrantes de origen afgano y sirio, que serán trasladados a varios campos para inmigrantes en distintas provincias de Turquía.

En declaraciones a la prensa el tío del fallecido, Salih Arslan, afirmó que su sobrino había muerto de una puñalada al enfrentarse a un grupo de unos 60 sirios y afganos que estaban acosando a varias mujeres.

“El incidente ocurrió sobre las 11 de la noche (del domingo)... Él (Ramazan) salió afuera tras escuchar ruidos en la calle. Los jóvenes del barrio empezaron una pelea con unas 60 personas, incluyendo sirios y afganos. Mi sobrino perdió la vida a los 24 años tras ser apuñalado por uno de ellos”, dijo Arslan, asegurando que no era la primera vez que se producía un incidente similar con la población inmigrante del barrio.

“Condenamos a aquellos que han llenado sus casas (en alquiler) con afganos y sirios sólo para ganar 10 ó 20 liras extra... Este tipo de incidentes están ocurriendo constantemente, pero nadie interviene”, insistió el tío del joven asesinado.