Un fuerte seísmo de 6,3 grados sacudió el lunes poco después del mediodía la costa oeste de Turquía, con epicentro en la provincia egea de İzmir aunque pudo sentirse con fuerza también en Estambul, según informaron distintos medios.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), el epicentro del temblor se situó frente a las costas del distrito de Karaburun y se produjo a las 15:28 hora local (14:28 CET) a unos 10,3 kilómetros de profundidad. Fue seguido de al menos 16 réplicas de entre 4 y 4,9 grados.
Aunque AFAD situó la magnitud del terremoto en 6,2 grados en la escala Richter citando datos del observatorio sismológico Kandilli de Estambul, el Centro Sismológico Euromediterráneo (CSEM) y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) elevaron su intensidad hasta los 6,3 grados; éste último indicó que el epicentro se produjo a 11 kilómetros al sur de la localidad griega de Plomari, en la isla de Lesbos.
Aunque el seísmo pudo sentirse con mayor intensidad en la provincia occidental de İzmir, la tercera más poblada del país, así como en las provincias noroccidentales de Çanakkale y Balıkesir, numerosas personas en Bursa y Estambul sintieron también sus efectos y así lo expresaron a través de las redes sociales.
El suceso no dejó aparentemente heridos, según las primeras informaciones proporcionadas por el alcalde metropolitano de İzmir y las autoridades municipales de Karaburun, pero numerosas personas salieron a las calles en medio de escenas de pánico por temor a que se produjeran derrumbes en los edificios.
Por ahora tampoco hay datos sobre daños materiales en Turquía, según AFAD, que no obstante informó que enviará como precaución 240 tiendas de emergencia para alojar a posibles afectados. Sí se notificaron daños en varios edificios de la localidad griega de Plomari, la más próxima al epicentro del terremoto.
Turquía es un país cuyo territorio está cruzado por varias fallas tectónicas activas y que está acostumbrado a una importante actividad sísmica. El 17 de agosto de 1999 se produjo un terremoto de 7,6 grados en la región del Mármara (la más sísmica del país) con epicentro en la populosa e industrial provincia de İzmit, causando según cifras oficiales unos 20.000 fallecidos, aunque algunas fuentes hablan incluso de hasta 45.000 muertos.
Durante el pasado mes de febrero el distrito de Ayvacık de la provincia de Çanakkale, en el noroeste de Turquía, sufrió a lo largo de varias semanas sucesivos terremotos de magnitud superior a 5 seguidos de cientos de réplicas, que causaron importantes daños en edificios. A finales de mayo otro seísmo de 5,1 grados en la escala Richter sacudió la provincia de Manisa, al oeste de Turquía, provocando daños en varios edificios.
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