Cuatro militantes del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que habían cruzado ilegalmente a Turquía desde la ciudad siria de Kobane, y que al parecer planeaban cometer atentados “espectaculares” con bomba en territorio turco, fueron capturados el martes en el distrito de Suruç de la provincia de Şanlıurfa, al sureste de Turquía.

Según informó la prensa turca, equipos de la policía turca y de la gendarmería pusieron en marcha una operación conjunta en la zona tras recibir informaciones de que un grupo de miembros del PKK iban a entrar en Turquía a través de Suruç para llevar a cabo atentados en el país.

En la operación, y gracias a la confesión prestada por los sospechosos tras su detención, también se intervinieron explosivos y municiones en una vivienda, incluyendo un kilo de explosivo plástico C4, dos bombas de fabricación casera conectadas por un teléfono móvil, dos lanzacohetes, un rifle Kalashnikov, dos pistolas y 15 cartuchos de munición, además de varios documentos pertenecientes a la organización terrorista.

El lunes el ministro del Interior turco  Süleyman Soylu elogió el “heroismo” de las fuerzas de seguridad turcas, después de que el sábado cinco militantes del Daesh fueran capturados en una operación conjunta de la policía turca y los servicios de inteligencia, tras entrar en la provincia fronteriza de Hatay desde Siria con el objetivo de llevar a cabo atentados suicidas.