Ali Shirazi, representante del ayatolá Ali Jamenei –el líder supremo iraní- ante la Fuerza Quds, un grupo de élite de la influyente Guardia Revolucionaria de Irán encargado de las operaciones en el extranjero, confirmó a última hora del jueves durante una entrevista con medios iraníes que el líder y autoproclamado califa del denominado Estado Islámico (Daesh, por su nombre en árabe), Abu Bakr al-Baghdadi, murió durante un bombardeo que la aviación rusa realizó a finales de mayo sobre la ciudad siria de Raqqa.
“El terrorista al-Baghdadi está definitivamente muerto”, declaró Shirazi a la web Asr-e Iran, asegurando que la muerte del que fuera máxima figura del autoproclamado Estado Islámico había sido confirmada “a través de múltiples canales”. La información sin embargo no fue confirmada ni desmentida por el gobierno iraní.
Hace dos semanas la agencia de noticias rusa TASS informó que Abu Bakr al-Baghdadi habría muerto probablemente en un bombardeo llevado a cabo por aviones rusos a finales de mayo sobre la ciudad de Raqqa. Fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia confirmaron entonces que el ataque aéreo se produjo el 28 de mayo contra un cuartel del Daesh donde varios de sus líderes celebraban una reunión.
En el ataque habrían muerto unos 300 militantes del grupo, incluyendo 30 comandantes militares, además del propio Al-Baghdadi que asistía también a la reunión. El ministro de exteriores ruso Sergei Lavrov declaró tener conocimiento de esas informaciones pero subrayó entonces que aún debían ser confirmadas.
Las fuerzas iraquíes, a punto de hacerse con el control de Mosul
Por otro lado fuentes iraquíes indicaron el jueves que al menos 14 combatientes del Daesh, incluyendo dos terroristas suicidas, habían muerto durante los enfrentamientos desatados en las últimas 24 horas a medida que las fuerzas iraquíes avanzan hacia los últimos barrios de Mosul que permanecen en manos del grupo.
El jueves precisamente las tropas del gobierno de Irak lograron hacerse con el control de las ruinas de la Gran Mezquita de Al-Nuri, que militantes del Daesh hicieron explotar la semana pasada cuando el ejército iraquí se encontraba a apenas 50 metros del edificio, ubicado en el casco histórico de Mosul, la que un día fue la mayor ciudad en manos del autoproclamado Estado Islámico.
La gran mezquita de Al-Nuri, cuya construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XII bajo el reinado de Nur al-Din, era conocida por su minarete inclinado, llamado Al-Hadba -el jorobado- por su característica inclinación, que en las últimas décadas se había acentuado peligrosamente. La mezquita tenía un significado especial porque fue precisamente aquí donde en 2014 Abu Bakr al-Baghdadi hizo su única aparición pública conocida hasta la fecha para anunciar la autoproclamación del califato por parte del Daesh.
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