El Ayuntamiento Metropolitano de Estambul se ha sumado a la lucha mundial en el transporte público contra el llamado “manspreading” –el hábito de algunos hombres de sentarse con las piernas abiertas, ocupando parte de los asientos situados a los lados- poniendo en marcha una campaña de concienciación entre los ciudadanos y usuarios de la red de metro de la ciudad.
A través de un mensaje en su cuenta oficial en Twitter, el metro de Estambul publicó el martes un post pidiendo a los usuarios de la red de transporte suburbano que eviten invadir el espacio personal de otros pasajeros. “El manspreading llega a su fin. Obedezcamos la norma aceptada globalmente, y llamemos la atención a aquellos que no lo hacen”, decía el tweet, que recibió más de 1.700 retweets y más de 2.300 “me gusta”.
Según publicó la prensa turca, uno de los seguidores en la popular red social sugirió que las señales de advertencia contra el manspreading deberían colocarse en los vagones del metro, a lo que la cuenta oficial de Metro İstanbul respondió anunciando que las señales serán instaladas muy pronto.
El manspreading, una palabra inglesa que se puede traducir en español como “despatarre”, se refiere a la postura de piernas abiertas que muchos hombres tienden a adoptar cuando se sientan en asientos del metro, los autobuses o el tren, llegando a invadir el espacio ajeno y provocando molestias e incomodidad a los pasajeros situados al lado. El término manspreading fue incorporado en agosto de 2015 al Diccionario de Oxford.
El movimiento anti-manspreading se inició en 2014 en el transporte público de Nueva York, y desde entonces se ha extendido por las redes de transporte público de numerosas ciudades de todo el mundo, siendo Madrid la última en incorporar –el pasado mes de junio- estas medidas gracias a una campaña de concienciación iniciada por el colectivo Mujeres en Lucha y Madres Estresadas en Change.org.
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