La policía catalana ha dado las gracias al propietario de un restaurante turco y a sus empleados por llevar hasta el interior del local a varios heridos y evitar que los terroristas entraran en el restaurante durante el atentado terrorista que perpetró el jueves el Daesh en Barcelona, y que se saldó con 14 muertos y unos 130 heridos, incluyendo decenas de extranjeros, uno de ellos un empresario turco.

Según informaron varios diarios de Turquía Ercan Can, un ciudadano turco de 27 años y dueño del restaurante Luna de Istanbul, contó cómo oyó ruidos y gritos cuando vio entonces una furgoneta deteniéndose en las proximidades de Las Ramblas, mientras intentaba entender lo que estaba sucediendo.

“Todo ocurrió en segundos. Oímos un gran ruido y salimos inmediatamente del restaurante, había pánico y la gente gritaba. Luego vimos a una furgoneta parándose y de la que salía humo” explicó Can a la cadena turca NTV.

“La policía no tocaba a los heridos graves, pero estaba sacando a los heridos leves de la calle. Después abrimos nuestro restaurante, y junto con la policía nos llevamos a 5 ó 6 heridos al interior. 40 minutos más tarde vinieron las ambulancias y poco a poco se llevaron a los heridos”, relató Can.

Un día después del ataque que conmocionó Barcelona, la policía catalana –los Mossos d'Esquadra- visitó el restaurante de Can y le dio las gracias a él y a sus empleados por su ayuda, asegurando que su colaboración fue de enorme importancia en los momentos inmediatamente posteriores al atentado. “La policía catalana vino hoy (viernes) y nos dio las gracias por nuestra ayuda”, contó el dueño del restaurante.

Según informó la prensa, el restaurante turco del que es propietario Can fue el lugar donde inicialmente se pensó que los terroristas se habían refugiado -tras huir a pie después de cometer el ataque- y en un primer momento fue rodeado por la policía.

Sin embargo, gracias a que Can cerró inmediatamente las puertas del local, evitó que los terroristas entraran y que se produjese una peligrosa situación en la que habrían tomado a las personas y los heridos que estaban en el interior como rehenes. Posteriormente los atacantes usaron un local situado junto al restaurante para escapar de los policías que les perseguían.

“Por la noche no pude dormir. Es la primera vez que he vivido algo así. Aún no he podido sobreponerme al shock”, relató Can, quien condenó el atentado en Barcelona. “Al igual que (los terroristas) han cometido ataques parecidos en todas la ciudades turísticas, incluyendo en Turquía, estaba claro que también iban a intentarlo aquí, pero quizás ha ocurrido en un momento en que nadie se lo esperaba”, añadió.