El expresidente iraquí y líder de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK), Jalal Talabani, falleció a la edad de 83 años en un hospital de Berlín donde recibía tratamiento desde hacía años, según confirmó el martes la televisión estatal de Irak, así como la cadena Rudaw vinculada con el Gobierno Regional Kurdo (KRG, por sus siglas en inglés) de su rival político, Masud Barzani.
Desde que ingresara en diciembre de 2012 en un hospital de Alemania tras sufrir un ataque cardíaco en Bagdad, Talabani había estado recibiendo tratamiento en Berlín. En 2013 la prensa francesa llegó a asegurar que el primer presidente iraquí de etnia kurda estaba en muerte cerebral; sin embargo a finales de julio de 2014 Talabani regresó a Irak instalándose en Suleimaniya, la segundad ciudad más importante del KRG y bastión político del PUK.
Elegido presidente de Irak en 2005 dos años después de la invasión estadounidense que derrocó el régimen de Saddam Hussein, su delicado estado de salud le obligó a renunciar al cargo en 2014, siendo reemplazado por el cofundador del PUK, Fuad Masum, quien actualmente aún ostenta el cargo.
Nacido en 1933 a las afueras de Arbil, actual capital del Kurdistán iraquí, Talabani –apodado Mam Jalal (Tío Jalal, en kurdo)- comenzó su carrera política en los 50 en el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), convirtiéndose en una de sus figuras más destacadas y participando en el alzamiento kurdo de 1974-1975.
En 1975 fundó el PUK como una escisión del KDP, una formación de ideología nacionalista kurda y conservadora, frente al nuevo partido de orientación izquierdista y marxista. Derrotado en su lucha armada contra el gobierno central de Bagdad, Talabani acabó refugiándose junto con otros líderes del PUK en el vecino Irán, que se convertiría en un importante apoyo del PUK, llegando gracias a este respaldo –a cambio del cual se posicionó del lado Teherán durante los años 80- a controlar varias zonas del KRG fronterizas con Irán, incluyendo Suleimaniya.
En 1994 las tensiones políticas entre el PUK y el KDP acabaron estallando en una lucha intestina entre los kurdos de Irak que enfrentó a los militantes de ambos partidos; el conflicto, en el que hubo miles de muertos, se prolongó hasta 1998, cuando un acuerdo bajo la mediación de EE.UU. permitió a ambos partidos un reparto de las áreas de Irak bajo influencia kurda, quedando el norte del Kurdistán iraquí para el KDP y el sur para el PUK.
Esta división fue la que a la postre propiciaría que el conservador KDP, liderado por Barzani desde 1979, mantuviera una política opuesta al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) –que compartía ideología con el PUK- y afín a Turquía, mientras que Talabani y su partido siempre mantuvieron lazos con el PKK que le llevaron no obstante a jugar un importante papel mediador durante las negociaciones de 2005-2006 en Oslo entre Ankara y el PKK.
Tras la caída de Saddam Hussein y con la nueva constitución iraquí redactada en 2005, que hacía varias concesiones a la minoría kurda de Irak, Talabani se convirtió en el primer presidente iraquí de etnia no árabe, siendo visto como una figura capaz de atemperar las disputas entre la mayoría chií y las minorías de sunníes y kurdos.
Poco antes de ser hospitalizado a finales de 2012, Talabani hizo valer este papel cuando soldados iraquíes y tropas peshmerga del KRG enviaron tropas a la frontera entre ambas divisiones territoriales, y a punto estuvieron de enfrentarse en una peligrosa escalada bélica que hubiera desembocado en una guerra civil.
También en 2012 y antes de que el PKK declarara una tregua un año después, el vicesecretario de la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MİT), Hakan Fidan, visitó a Talabani en el hospital de Berlín donde estaba siendo tratado para hablar sobre el entonces incipiente proceso de paz con el PKK, roto definitivamente en julio de 2015.
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