Un equipo de científicos turcos de la Universidad Técnica de Oriente Medio (ODTÜ) de Ankara ha desarrollado una tecnología de microchip capaz de diagnosticar la presencia de células de cáncer a partir de fluidos corporales tales como la saliva, la sangre, las mucosidades o la orina.
La tecnología ha sido desarrollada por el director del Centro para la Excelencia en Biomateriales e Ingeniería de Tejidos (BIOMATEN) de la ODTÜ, el doctor Vasıf Hasırcı, y por su estudiante la doctora Menekşe Ermiş Şen, y pretende poner fin a los tradicionales sistemas para diagnosticar el cáncer tales como las biopsias, reduciendo considerablemente tanto el tiempo necesario para un diagnóstico como los costes.
Su trabajo ha sido premiado y publicado en la revista Nature, y ya está en marcha el proceso para obtener la patente internacional del invento. En declaraciones a la agencia de noticias Anatolia, Hasırcı explicó que la tecnología del microchip mostró una respuesta a los procesos biológicos en las células cancerosas y no cancerosas; a partir de ahí el equipo comenzó a medir los procesos y a estudiar los cambios en la forma de las células, buscando vínculos entre la forma, las propiedades y el tipo de células.
El doctor señaló que aunque en un primer momento comenzaron a investigar en un chip capaz de detectar osteomas –tumores óseos benignos- actualmente están investigando la detección de cáncer de mama, midiendo las diferencias entre las células sanas y distintos tipos de células de cáncer.
Hasırcı añadió que pronto comenzarán a probar esta tecnología en pacientes con cáncer: “Nuestro objetivo es inyectar fluidos corporales en el sistema con el microchip y realizar un análisis automático, permitiendo así un prediagnóstico del cáncer. Tras este procedimiento, transferiremos a los pacientes con prediagnóstico a un hospital para ser examinados más detalladamente”.
“Con nuestro método, no se emplean sustancias químicas. Las propiedades físicas de las células son captadas y calculadas por medio de nuestros algoritmos para determinar si son células cancerosas o no”, explicó Hasırcı, quien añadió además que este método de diagnóstico tiene una vida útil mayor que los tradicionales con sustancias químicas.
Por su parte la doctora Şen destacó que un principio básico del uso de este microchip es que no se necesita la opinión de un experto para analizar y comprender los resultados, lo que aporta una ventaja evidente en el diagnóstico de la enfermedad. Şen también subrayó que esta tecnología es la primera de su tipo en todo el mundo, y auguró que servirá para revolucionar los métodos de diagnóstico del cáncer hasta ahora empleados.
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