El presidente del Gobierno Regional Kurdo (KRG, por sus siglas en inglés) del norte de Irak ofreció el domingo un discurso televisado en el que anunció que abandonará el cargo el próximo 1 de noviembre, en una amarga despedida en la que culpó a Estados Unidos por proporcionar armas al ejército iraquí para usarlas contra los kurdos, y acusó a la oposición kurda de “traición” por permitir la caída de Kirkuk.
Su comparecencia televisada se produjo después de que el parlamento del Kurdistán iraquí aprobase su solicitud para no prolongar su mandato como presidente más allá del 1 de noviembre, en medio de las tensiones desatadas en la región por el referéndum de independencia celebrado el pasado 25 de septiembre, que han aislado por completo internacionalmente al KRG y propiciado una operación militar del ejército iraquí para reclamar su soberanía sobre las áreas disputadas del norte de Irak.
“Nadie ha estado a nuestro lado aparte de nuestras montañas”, dijo ante las cámaras hablando sobre los acontecimientos desatados a raíz del 25-S Barzani, que ha estado al frente del KRG desde 2005, con las banderas de Irak y del Kurdistán iraquí de fondo y con el rostro visiblemente cansado. En su discurso el líder kurdo señaló con el dedo acusador a EE.UU. asegurando que armas entregadas por este país a Irak para combatir al Daesh habían sido usadas por las fuerzas iraquíes contra las tropas kurdas peshmerga, incluso por parte de las milicias paramilitares chiíes. “¿Por qué quiere Washington castigar al Kurdistán?”, se preguntó.
“Sin la ayuda de los peshmerga, las fuerzas iraquíes no habrían podido liberar por sí solas Mosul del Daesh”, dijo Barzani recordando el papel fundamental que han jugado las tropas kurdas para frenar al autoproclamado Estado Islámico en su expansión por el norte de Irak.
“Bagdad ha usado el referéndum como excusa”
Barzani también se refirió a sus rivales políticos de la formación opositora kurda Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), cuyo líder el expresidente iraquí Jalal Talabani falleció recientemente, acusándolos de haber cometido “traición” por entregar hace dos semanas sin lucha a las tropas iraquíes el control de la disputada ciudad de Kirkuk: “Los peshmerga y todo el pueblo del Kurdistán fueron apuñalados en la espalda por una daga envenenada”, aseguró Barzani, acusando a sus rivales del UPK de haber acordado la entrega de la ciudad.
El líder kurdo acusó también al gobierno central iraquí de “no creer ya en los derechos de los kurdos” por la ofensiva militar puesta en marcha desde el pasado 16 de octubre para hacerse con el control de la región, y por su negativa a iniciar un diálogo con el KRG, después de que hace unos días el gobierno kurdo con capital en Erbil propusiese “suspender” los resultados del referéndum (en el que el “Sí” a la independencia triunfó supuestamente con el 93% de los votos, pese al boicot de árabes y turcomanos): una oferta rechazada de plano por Bagdad, que exigió la “anulación” completa de una consulta que considera ilegal y contraria a la constitución iraquí.
“Ellos (en Bagdad) han usado el referéndum como una excusa. Sus intenciones perversas estuvieron muy claras desde hace mucho tiempo”, afirmó Barzani, añadiendo que incluso aunque no se hubiese celebrado la consulta había un plan fijado para atacar el Kurdistán iraquí.
Horas antes de su mensaje televisado a la población, el líder kurdo de 71 años había anunciado durante una sesión a puerta cerrada del parlamento en Erbil que no participaría en las próximas elecciones presidenciales ni prolongaría su mandato más allá del 1 de noviembre, fecha en la que éste expiraba: “Como un peshmerga, continuaré al servicio de nuestro pueblo. Rechazo cualquier extensión (de mi mandato) y no continuaré en este puesto. La ley no debería ser enmendada por mí”, dijo Barzani, cuyos poderes pasarán a ser ejercidos por el primer ministro, el parlamento y el Consejo Judicial del KRG.
Poco después de anunciarse su próxima renuncia, y mientras Barzani pronunciaba su discurso televisado, un grupo de varias decenas de seguidores de su partido, el nacionalista PDK (Partido Democrático del Kurdistán), irrumpía en la sede del parlamento del KRG realizando varios disparos y coreando eslóganes a favor de Barzani. Posteriormente el grupo fue dispersado y expulsado del área del parlamento por las fuerzas de seguridad.
Çavuşoğlu: Barzani ha dividido a los kurdos
Por su parte el ministro de exteriores de Turquía, un país que en los últimos años ha sido el principal aliado y socio político y económico del KRG pero que se ha opuesto frontalmente al referéndum de independencia, reaccionó poco después de difundirse la noticia de la próxima renuncia de Barzani acusando al presidente del Kurdistán iraquí de haber dividido a los propios kurdos al intentar ganar apoyos políticos.
“Barzani pensó que iba a unir a los kurdos en torno a él. Pero por el contrario, los ha dividido, y los kurdos que viven en Irak han sido los más afectados”, dijo el domingo Mevlüt Çavuşoğlu, insistiendo una vez más en la posición de Ankara de que la decisión de seguir adelante con el referéndum de independencia “ilegítimo e ilegal” constituyó un grave error por parte de Barzani, que sólo buscaba ampliar su poder y silenciar a otros partidos políticos kurdos de la oposición.
Sobre este punto, Çavuşoğlu explicó que las reuniones mantenidas por delegaciones de Turquía con diferentes grupos políticos del KRG, habían puesto de relieve que ya antes de celebrarse la consulta muchos partidos kurdos dentro del propio KRG estaban preocupados por la falta de apoyos al referéndum de independencia. Las críticas entre la oposición a Barzani se han agudizado aún más en las últimas semanas, especialmente tras la pérdida de las zonas petrolíferas cuyos ingresos son vitales para el KRG y habrían sido fundamentales para sostener un hipotético estado kurdo independiente en la región.
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