El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan advirtió el martes a su homólogo estadounidense Donald Trump sobre las consecuencias de que Washington reconozca oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel –algo que EE.UU. podría hacer en los próximos días- añadiendo además que tal movimiento podría llevar a Turquía a cortar sus relaciones con el Estado israelí.

“Esto (el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel) podría llevar incluso a cortar nuestras relaciones diplomáticas con Israel. Usted no puede dar semejante paso”, dijo Erdoğan dirigiéndose a Trump durante un discurso ante los diputados de su partido AKP reunidos en el parlamento en Ankara, en el que advirtió que una decisión así por parte de EE.UU. supondría una violación de las leyes internacionales y “un enorme golpe a la conciencia de la humanidad”.

“Señor Trump: Jerusalén es una línea roja para los musulmanes”, añadió el presidente turco y líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), asegurando que Turquía tomará todas las medidas necesarias ante tal decisión por parte de Washington, incluyendo la convocatoria de una reunión en Estambul de la Organización para la Cooperación Islámica.

Las palabras de Erdoğan fueron sin embargo rápidamente replicadas por el portavoz de exteriores israelí Emmanuel Nahshon, quien recordó al presidente turco que Jerusalén ha sido la capital de facto de Israel durante los últimos 70 años “tanto si Erdoğan lo reconoce como si no”.

Por su parte el ministro israelí de Inteligencia y Transporte, Israel Katz, replicó al mandatario turco subrayando que Israel “no acepta órdenes o amenazas del presidente de Turquía”. “No habría ahora una decisión más correcta, adecuada e histórica que reconocer a Jerusalén, la capital del pueblo judío durante los últimos 3.000 años, como la capital del Estado de Israel”, dijo Katz.

Críticas a EE.UU. por seguir armando al YPG

Durante su comparecencia ante los parlamentarios del AKP, Erdoğan también volvió a criticar una vez más a EE.UU. por su estrategia contra el Daesh en Siria, que básicamente ha consistido en servirse del Partido de la Unión Democrática (PYD) y su brazo armado, las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG), ambos considerados por Ankara como meras extensiones en Siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), al que Washington al igual que Ankara reconoce como un grupo terrorista.

“Nadie puede dar lecciones a Turquía con respecto a la lucha contra el Daesh, porque Turquía es el único miembro de la OTAN que está combatiendo directamente a este grupo terrorista”, dijo Erdoğan, quien cuestionó una vez más la entrega de armas a una organización como el PYD/YPG.

“¿Contra quién va a usar EE.UU. estos camiones cargados de armas (entregados al PYD/YPG) que se acumulan en nuestras fronteras?... ¿Contra el Daesh? Ya no existe más el Daesh allí.... Las van a usar contra Irán, o Turquía, o Rusia, si es que se atreven”, afirmó el presidente turco.