Las imágenes de un soldado de permiso torturando y golpeando brutalmente a un pequeño gato no sólo han sacudido la conciencia de la sociedad turca y despertado una profunda indignación, sino que además podrían suponer un cambio en las leyes sobre el maltrato animal vigentes en Turquía.
El incidente ocurrió el pasado domingo en la provincia de Erzincan, al este de Turquía; unas cámaras de seguridad captaron a un soldado vestido con ropas de civil que abandonaba unos barracones militares torturando un pequeño gato y golpeándolo brutalmente en varias ocasiones, ante la mirada impasible de varios testigos.
Tras propinarle numerosos golpes y arrojarlo contra el suelo, el animal, de sólo unos meses de edad, recibió aún varias patadas más por parte del individuo. Tras la enorme ola de indignación social que despertaron las imágenes una vez difundidas en las redes sociales, la policía detuvo detuvo al día siguiente al sospechoso, que fue identificado como un soldado de 25 años llamado Taner Hepşen, quien posteriormente fue detenido por la policía militar.
En su testimonio ante el fiscal, Hepşen explicó que cuatro días antes del suceso había roto con su novia y se encontraba en malas condiciones psicológicas, añadiendo que cuando cometió la agresión estaba bajo influencia del alcohol, y asegurando que lamentaba lo ocurrido.
El suceso despertó una amplia contestación social y un grupo de personas se manifestó frente a los barracones militares para protestar por lo ocurrido y exigiendo que el soldado fuera castigado por los hechos. Por su parte el ministro del Interior Süleyman Soylu aseguró a través de su cuenta oficial en Twitter que investigaría personalmente el incidente hasta sus últimas consecuencias.
Hepşen fue acusado por la fiscalía de violar el Artículo 151 del Código Penal Turco (TCK), que se refiere a delitos por “daños en la propiedad” o “daños o muerte sin justificación contra animales”; si bien dicho artículo establece una pena de entre 4 meses y 3 años de prisión –que pueden ser sustituidos por una multa- el acusado fue sin embargo puesto horas después en libertad bajo vigilancia por el juez asignado al caso.
Por su parte la Oficina del Gobernador de Erzincan impuso una multa de 2.252 liras turcas –unos 500 euros- a Hepşen por llevar a cabo acciones que causaron alarma social estando bajo los efectos del alcohol, y por abusar físicamente de un animal.
No obstante el juez asignado al caso ha anunciado que llevará el caso ante el Tribunal Constitucional para intentar un cambio en las leyes sobre el maltrato animal en Turquía que impongan sanciones más severas; concretamente el magistrado, que considera que la ley actual deja prácticamente impune al agresor en casos como éste, afirma que la diferencia que establece la legislación actual entre animales domésticos y callejeros constituye una violación de la Constitución que debe ser corregida.
En similares términos se ha expresado el diputado Estambul Sezgin Tanrıkulu, del principal partido de la oposición turco (el Partido Republicano del Pueblo, o CHP), quien el martes formuló una cuestión al primer ministro del país preguntándole si se harán cambios a las leyes sobre el maltrato animal en Turquía y si se han emprendido medidas disciplinarias dentro de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) contra el militar acusado de la agresión.
“¿Cuándo serán las leyes que son insuficientes e inefectivas para evitar crímenes contra los animales, reguladas de forma que satisfagan la conciencia de la sociedad y que sean disuasorias”, preguntó Tanrıkulu, citado por la prensa turca.
0 Comentarios