Un soldado turco falleció a última hora del lunes en combates con miembros del YPG en la región siria de Afrin, muy cerca de la frontera con la provincia turca de Kilis, en el transcurso de la operación Rama de Olivo puesta en marcha por el ejército turco el pasado sábado, convirtiéndose en el primer militar turco caído en combate en la ofensiva.

En un comunicado, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) informó que un soldado había resultado “martirizado” (muerto en acto de servicio) en combates entre el ejército turco y elementos del PKK, el PYD/YPG y el Daesh en Siria justo al sur de la localidad fronteriza turca de Gülbaba. “Enviamos nuestras condolencias a la familia del soldado fallecido”, añadía el comunicado castrense. El fallecido sería el sargento Musa Özalkan, según indicaron medios turcos.

La zona donde se produjo el incidente se ubica al norte de Afrin y justo en la frontera con Turquía; es una de las áreas donde se inició el domingo la ofensiva terrestre, y donde han tenido lugar los principales avances de las fuerzas turcas y sus aliados del Ejército Libre Sirio (ELS).

Fuentes militares confirmaban además el martes por la mañana el fallecimiento de un segundo soldado turco, el teniente Oğuz Kaan Usta de 30 años de edad, en combates durante la captura de la población de Umar Ushaghi, situada al oeste de Afrin y a unos 4 kilómetros de la frontera con la provincia turca de Hatay.

Turquía podría no limitarse sólo a Afrin

Mientras, el vice primer ministro y portavoz del gobierno turco Bekir Bozdağ desmentía el lunes las informaciones que indicaban que Turquía habría dado garantías a Rusia o Estados Unidos sobre que la operación Zeytin Dalı (Rama de Olivo), que lleva a cabo el ejército turco en Siria, se limitaría a la región de Afrin.

Insistiendo en que Turquía no ha dado ninguna garantía al respecto, Bozdağ subrayó que el principal objetivo de la operación es eliminar la presencia de cualquier grupo terrorista en la frontera que suponga una amenaza para la seguridad nacional de Turquía, y que el único fin de la ofensiva en Siria es acabar con la presencia del YPG y del Daesh en la región y en ningún caso amenazar la seguridad o la integridad territorial de Siria.

En este sentido, el ministro de exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu ya había advertido días atrás en declaraciones a la prensa realizadas desde Vancouver (Canadá) que, una vez Afrin sea limpiado de terroristas, Turquía expandirá sus operaciones a otras zonas críticas.

“Las medidas de Turquía contra el YPG/PKK no pueden limitarse sólo a Afrin. Están también Manbij y el este del río Éufrates (controlado por el YPG)”, anunció entonces Çavuşoğlu.