Un total de 603 inmigrantes ilegales fueron detenidos en Turquía el jueves, según informaron medios turcos citando fuentes de la policía y la gendarmería, confirmando al país euroasiático como una de las principales rutas que usan las mafias para que los inmigrantes de países de Asia y África lleguen hasta Europa.
183 de los detenidos fueron interceptados en el distrito de Dikili de la provincia egea de İzmir, al oeste del país, cuando intentaban cruzar por hasta una de las islas griegas cercanas. Un ciudadano de Azerbaiyán identificado únicamente por las siglas Q.G. y de 30 años de edad fue arrestado por organizar el intento de entrar ilegalmente en Grecia del grupo de inmigrantes, entre los que había ciudadanos de Irak, Siria y Yemen.
Así mismo la policía detuvo también a otros 178 inmigrantes, entre ellos varios niños, que viajaban a bordo de un camión por la provincia turca de Erzincan, al este del país, y que según fuentes de seguridad procedían de Pakistán y Afganistán.
Otros 242 procedentes de Siria, China, Pakistán, Afganistán, Marruecos, Bangladesh, Eritrea, Palestina y Libia que intentaban entrar en territorio de la Unión Europea fueron detenidos por efectivos de la gendarmería turca en la provincia europea de Edirne, en la región de la Tracia turca.
Según datos proporcionados por la agencia estatal de noticias Anadolu, desde 2016 ha habido un incremento del 60% en la llegada de inmigrantes ilegales a Turquía. La mayoría de los que fueron interceptados durante 2017 en el país procedían de Pakistán –unos 15.000 detenidos en todo el año pasado- y Afganistán (unos 12.000), así como de Siria (10.000).
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