Restos de tumbas y columnas que se cree se remontan a la época del Imperio Romano aparecieron en las costas de la localidad turca de Amasra, situada en la provincia septentrional de Bartın, en la costa occidental del Mar Negro.
Las piezas, que fueron arrastradas hasta la orilla por el oleaje tras una fuerte tormenta, fueron descubiertas por residentes de la zona que informaron de inmediato a los responsables del Museo de Amasra, quienes tras examinar los restos concluyeron que probablemente son de la era romana.
En declaraciones a medios turcos el director del museo de la ciudad, Baran Aydın, explicó que todo apunta que los artefactos históricos fueron arrojados al mar junto con restos de una obra de construcción hace varios años, y ahora han sido devueltos por el mar a tierra, si bien no pudo precisar cuánto tiempo habían estado en el agua. Ahora las piezas descubiertas serán recogidas con cuidado y trasladadas al Museo de Amasra.
Amasra, antiguamente llamada Sésamo y más tarde Amastris, era una antigua ciudad griega de Paflagonia mencionada por Homero en la Ilíada; posteriormente formó parte del Reino del Ponto hasta que en el año 70 a.C. fue conquistada por los romanos al mando de Lucio Licinio Lúculo durante la guerra con el rey Mitrídates VI del Ponto.
Durante la época bizantina continuó siendo una próspera ciudad y la antigua acrópolis fue transformada en una fortaleza, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del Mar Negro gracias al comercio y a su situación estratégica. A partir del siglo XIII las guerras en la región hicieron que cambiase varias veces de manos entre bizantinos y turcos selyúcidas, hasta que finalmente los genoveses se hicieron con su control, permaneciendo bajo su poder hasta que el sultán otomano Mehmet II conquistó la región en el siglo XV.
Actualmente Amasra es una pequeña localidad en la costa turca del Mar Negro famosa por sus hermosos paisajes y su historia, lo que ha convertido al turismo en una de las principales fuentes de ingreso de sus habitantes.
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