El ejército turco apoyado por efectivos del Ejército Libre Sirio logró el lunes rodear la ciudad de Afrin, capital del cantón homónimo controlado por el PYD/YPG, la filial siria del grupo terrorista PKK, cuando se cumple un mes y 20 días del inicio de la operación Rama de Olivo (Zeytin Dalı, en turco) puesta en marcha por Turquía para expulsar al YPG de la región.
En un comunicado, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) confirmó que el centro de la localidad de Afrin se encuentra rodeado desde el 12 de marzo y que el número de militantes del YPG “neutralizados” –abatidos, heridos o capturados- se eleva ya a 3.393 desde el inicio de la ofensiva en la región.
El comunicado castrense añadía que “zonas de importancia crítica” han sido capturadas durante la operación en el cantón de Afrin, que ha conseguido hasta el momento “liberar” 1.102 kilómetros cuadrados de la presencia del YPG, y que se han confiscado así mismo documentos muy importantes vinculados al PYD (brazo político del YPG) y al PKK.
El ejército turco reiteró además en su comunicado que durante las operaciones militares en Afrin únicamente se han atacado objetivos y equipamientos pertenecientes y/o utilizados por el YPG, mostrándose el más escrupuloso cuidado y atención en no dañar ni a los civiles ni a sus propiedades.
El comunicado añade que tras asegurarse las zonas liberadas de la presencia del YPG en Afrin, las autoridades turcas están ayudando a la población local a regresar a sus hogares y que la Media Luna Roja Turca (Kızılay, en turco) y la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD) están llevando a cabo tareas de asistencia y ayuda humanitaria en la región, cubriéndose “las necesidad humanitarias básicas, incluyendo servicios de salud”.
La agencia de noticias turca Anadolu informaba por otro lado que tanto el ejército turco como el Ejército Libre Sirio (ELS) han establecido un corredor humanitario para permitir a los civiles abandonar de forma segura la ciudad de Afrin a través del lado sur de la ciudad (que no controla el YPG), donde se estima que viven actualmente más de 350.000 personas, 7 veces más que antes del inicio de la guerra civil en Siria.
Las autoridades turcas precisamente han acusado al YPG de impedir a la población civil abandonar la ciudad de Afrin para usarlos como escudos humanos y obligarlos a defender la ciudad, tal y como muestran imágenes de video captadas mediante drones.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) confirmaba el martes que la propia ciudad de Afrin además de unos 90 pueblos han quedado completamente rodeados por las fuerzas turcas, que se encuentran a sólo 1,5 kilómetros del centro de la ciudad pese a que fuentes del YPG intentaban desmentir estas informaciones en las últimas horas. La única carretera que comunica Afrin con el exterior y que aún permanece en manos del YPG se encuentra al alcance de la artillería turca, por lo que no es practicable y el YPG no puede usarla para recibir ayuda desde otras zonas de Siria.
Turquía supervisará la retirada del YPG de Manbij
Por otro lado el ministro de exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu anunciaba el martes que Turquía y Estados Unidos establecerán una hoja de ruta para la salida del YPG de la ciudad siria de Manbij, situada al oeste del río Éufrates, a partir de la reunión prevista para el próximo 19 de marzo con su homólogo estadounidense, el Secretario de Estado Rex Tillerson, o por el que según las últimas noticias será su nuevo sucesor designado por Trump, el hasta ahora director de la CIA Mike Pompeo.
En declaraciones a los periodistas antes de partir hacia Moscú, Çavuşoğlu confirmó que la reunión se centrará en tratar la retirada del YPG de Manbij, una retirada que será supervisada tanto por EE.UU. como por Turquía. Ankara también supervisará la devolución de las armas entregadas por Estados Unidos al YPG y a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una coalición de grupos armados dominada en realidad por el propio YPG.
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