Un tribunal de Estambul absolvió a una mujer que mató a su suegro después de que éste la atacase sexualmente repetidas veces mientras el marido de la víctima se encontraba en prisión, al considerar que actuó en defensa propia.

El suceso se produjo en febrero del año pasado, cuando Esma Yeşilbaş, de 35 años de edad, disparó con un arma a su suegro Ahmet Yeşilbaş, que murió a consecuencia de las heridas sufridas. El fiscal había pedido para la acusada hasta 18 años de prisión por el cargo de homicidio voluntario; sin embargo el abogado de la mujer argumentó que ella se había visto sometida a un acoso continuo e incluso había sido violada mientras permaneció en la vivienda del padre de su  marido, momento en el que además ella tenía a un bebé de sólo 9 meses.

“El suegro pensó que la víctima no se atrevería a revelar sus actos porque ella era financieramente dependiente, motivo por el cual tenía que vivir en este sitio (en casa del suegro)”, explicó el abogado de Esma, quien aseguró además que la hermana de la víctima afirmó haber sufrido igualmente este tipo de abusos.

Al ser preguntada por uno de los magistrados del tribunal por qué no había informado de la situación a su marido, la mujer respondió que su suegro amenazó con hacer daño a su bebé si se lo contaba a alguien. “Yo estaba aterrorizada. Es por eso que no se lo dije a nadie. Si mi marido lo hubiera sabido, lo habría matado”, contó ella.

En su veredicto, emitido durante la primera sesión del juicio, el tribunal dictaminó que el acoso y los abusos sexuales que sufrió la víctima eran continuos y que ella se encontraba indefensa debido a sus circunstancias, argumentando además que su suegro habría seguido actuando de forma similar y que ante esa situación sólo le quedó recurrir a un acto de defensa propia que considera justificable.

Aunque el tribunal decidió por mayoría de voto de los magistrados la absolución y puesta en libertad de la mujer, uno de ellos, la jueza Zeynep Hatun Sarıçam, emitió un voto en contra al considerar que la agresión sexual y el acto de defensa no se produjeron simultáneamente, por lo que la víctima actuó movida por las acciones injustas de su agresor pese a que pudo haber presentado una denuncia a la policía inmediatamente después de la agresión, concluyendo por tanto que no debería ser absuelta.