Una pareja de novios que pretendía casarse en la provincia de Manisa, al oeste de Turquía, tuvo que regresar a su casa tal y como había venido después de que el funcionario municipal encargado de registrar el matrimonio los dejara plantados tras tomarse a mal una broma de la novia.
El suceso, que ha captado la atención de todos los medios tanto a nivel local como nacional, se produjo el pasado 21 de abril en el municipio de Turgutlu; Hatice Koşman y Turgut Dinçer Güneri, tras mantener un noviazgo durante 9 años, acudieron a un salón de ceremonias para oficiar su boda en presencia de sus familiares y amigos.
Siguiendo el procedimiento habitual, un funcionario encargado de registrar el matrimonio comenzó a formular las preguntas de rigor a la pareja de contrayentes en presencia de los testigos, pero cuando llegó el turno de preguntarle a la novia si, libremente y sin coacción de nadie, aceptaba que Turgut se convirtiese legalmente en su marido, Hatice quiso gastar una broma y respondió sonriendo: “¿’No’ se puede decir? Por supuesto que digo que sí”. Todos los presentes entendieron la broma y rieron y aplaudieron.
Sin embargo sin dejar que terminara siquiera la frase, el funcionario, llamado Ali Akça, se levantó, cerró su libro de registro y le quitó el micrófono a la novia, y dirigiéndose de pie a los presentes dijo: “Por aplaudir a una novia que viene aquí a decir ‘No’, ahí os quedáis”, y se marchó dejando a todos sorprendidos.
“Es una broma” le dijeron mientras se iba tratando de explicarle lo que había ocurrido. “He preguntado y ha respondido ‘No’… No se puede decir ‘No’ “, insistió el funcionario sin dar su brazo a torcer. “Pero ha dicho ‘¿No se puede decir?’ “, le replicó uno de los familiares que presenciaba la ceremonia. “Escucha, la primera palabra ha sido ‘No’, si nosotros preguntamos debe decir ‘Sí’ “, insistió Akça manteniéndose en sus trece.
“Ha hecho una broma” le insistió la familia. “Aquí no hay bromas”, volvió a responder el hombre ante la mirada estupefacta de los novios y de todos los presentes, cuyos intentos por persuadirle de que no se lo tomara a mal y no se fuera resultaron completamente en vano. El funcionario siguió negándose a oficiar la ceremonia incluso después de que los invitados avisaran a la policía, que tampoco pudo convencer al obtuso hombre para que depusiera su actitud. Ante esta situación, la pareja tuvo que regresar a su casa con un enorme disgusto en el que iba a ser el día más importante de sus vidas.
“Yo estaba en shock, al principio pensé que nos estaba gastando una broma”, declaró el novio a los periodistas refiriéndose al momento en el que el funcionario se levantó de la mesa y se fue sin oficiar el casamiento. “De camino al salón de ceremonias, Hatice había hablado sobre hacer una broma en la ceremonia. Había visto videos en YouTube y había visto a gente dar respuestas similares”, explicó Turgut, añadiendo que antes de la ceremonia el funcionario les había mostrado un documento en el que se hablaba del procedimiento a seguir, pero que no pudieron leerlo bien.
“Canceló la ceremonia. Teníamos 60 invitados. Todos le rogamos durante 15 minutos, pero él se mostró totalmente intransigente. Nos decía que Hatice (la novia) había empleado la palabra ‘no’ en su frase al responder a la pregunta”, contó Turgut aún sin poder dar crédito a lo ocurrido. “Todo el dinero que gastamos en la boda se fue por el desagüe”, añadió.
“Todo lo que quise hacer fue gastar una broma. Ahora me siento muy deprimida. Por supuesto, no volveré a hacer lo mismo cuando volvamos a comparecer ante el funcionario”, aseguró por su parte la novia.
Precisamente el aludido, Ali Akça, lejos de lamentar su comportamiento, siguió insistiendo en declaraciones posteriores a los medios en que su decisión fue la correcta porque sólo se puede decir “sí” o “no”. “No vienes a la ceremonia a decir ‘no’. Llevo haciendo 6 años este trabajo, y nunca me ha ocurrido esto. No lo siento y no me arrepiento de lo que hice”, dijo.
El incidente obligó a la pareja a acudir al registro civil a solicitar otra fecha para la boda, y aunque inicialmente parecía que tendrían que esperar hasta agosto, la notoriedad que alcanzó el suceso llevó al alcalde de Turgutlu, Turgay Şirin, a mediar en la cuestión e incluso a anunciar que él mismo estaría encantado de oficiar la ceremonia.
Finalmente y gracias a la mediación de las autoridades locales, ambos novios pudieron casarse a las 15:00 horas del 26 de abril, en una ceremonia que incluso fue retransmitida en directo por un programa matinal de televisión.
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