La Comisión de Asilo de Grecia aceptó el martes la petición de asilo de otro de los ocho militares turcos implicados en el fallido golpe de Estado que sufrió Turquía el 15 de julio de 2016, y que huyeron al país vecino a bordo de un helicóptero robado.
Así lo informó la agencia de noticias turca Anatolia, citando a un funcionario griego que prefirió permanecer en el anonimato por no estar autorizado a realizar declaraciones; el soldado turco en cuestión habría sido identificado por la agencia de noticias griega AMNA como el mayor Ahmet Güzel, quien una vez aceptada su petición podrá ser puesto en libertad.
El pasado mes de diciembre la Comisión ya concedió la petición de asilo a otro de los militares turcos que se fugaron en el helicóptero al día siguiente del fracaso del golpe, Süleyman Özkaynakçı, pero posteriormente el gobierno griego presentó varias apelaciones a la decisión.
El 19 de abril el Consejo de Estado de Grecia dictaminó su puesta en libertad bajo estricto control judicial y policial hasta que se resuelvan todas las peticiones de asilo presentadas por los ocho golpistas turcos. Turquía, que exige su extradición, sigue muy de cerca el caso y ha advertido reiteradas veces a Atenas de las consecuencias para las relaciones bilaterales que podría tener una resolución favorable al asilo para los fugitivos.
Está previsto que la Comisión de Asilo de Grecia emita a finales de mayo su veredicto final sobre las peticiones de asilo de los ocho implicados, que bajo las leyes griegas sólo pueden permanecer arrestados bajo un período máximo de 18 meses, que concluyen precisamente a finales de este mes.
Los ocho militares fugitivos están acusados en Turquía de participar en la intentona golpista que dejó 250 muertos y más de 2.200 heridos, así como de pertenencia al movimiento religioso liderado por Fethullah Gülen, al que se responsabiliza en el país de organizar el levantamiento castrense y que las autoridades turcas designan por las siglas FETÖ (Organización Terrorista de Fethullah).
En la mañana del 16 de julio de 2016, cuando era evidente el fracaso del golpe, los ocho militares huyeron a bordo de un helicóptero Sikorsky del ejército turco y escaparon a Grecia, aterrizando en el aeropuerto de Alexandroupolis, una ciudad próxima a la frontera con Turquía, donde solicitaron asilo político.
En su defensa los acusados niegan cualquier vinculación con el movimiento Gülen, y sus abogados argumentan que en Turquía no tendrían un juicio justo y que su seguridad personal se vería comprometida. Hace un año la Corte Suprema de Grecia rechazó las peticiones de extradición solicitadas por Ankara, lo que desató duras críticas por parte del gobierno turco.
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