El Banco Central de la República de Turquía (TCMB, por sus siglas en turco) elevó este jueves en 625 puntos básicos los tipos de interés hasta colocarlos desde el 17,75% hasta el 24%, un incremento muy por encima de las previsiones de los analistas que tiene como objetivo contener la depreciación de la lira turca.

La decisión se produjo tras la reunión del Comité de Política Monetaria de la entidad celebrada el mismo día por la mañana; en un comunicado, el Comité señaló que no obstante se observa en la economía turca una “tendencia más significativa hacia el equilibrio” al tiempo que la demanda exterior “continúa siendo fuerte” frente a una creciente desaceleración del consumo doméstico.

“El Banco Central continuará empleando todos los instrumentos disponibles para perseguir el objetivo de estabilidad de los precios. La posición estricta respecto a la política monetaria será mantenida con decisión hasta que las perspectivas de inflación muestren una mejora significativa”, añadía el comunicado divulgado tras la reunión.

“Las previsiones de inflación, el comportamiento de los precios, el impacto retardado de las recientes decisiones sobre política monetaria, la contribución de la política fiscal al proceso de reequilibrio, y otros factores que afecten a la inflación serán vigilados estrechamente y, si es necesario, serán aplicadas más restricciones monetarias”, concluía la nota oficial.

El incremento de los tipos de interés por parte del TCMB era algo previsto por los analistas a la luz de los últimos datos de inflación, que en agosto alcanzó una tasa del 17,9% tras situarse el mes anterior en el 15,85%, pero el aumento en hasta 625 puntos ha superado cualquier previsión de los economistas.

Tras el anuncio del Banco Central, la lira turca recuperó rápidamente posiciones en los mercados frente al dólar ganando cerca de un 5% hasta cambiarse a razón de 6,01 TL por cada billete estadounidense, situándose en su nivel más alto de las dos últimas semanas. Por su parte el euro llegó a cambiarse este jueves por debajo de las 7,20 TL.

Erdoğan subraya la independencia del Banco Central Turco

En declaraciones hechas horas antes de conocer la decisión del TCMB, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan –conocido por su firme postura en contra de los tipos de interés altos- había vuelto a criticar a quienes son partidarios en la entidad de mantener los tipos altos, insistiendo en que son la verdadera causa de la inflación, perjudican a los empresarios y frenan el crecimiento económico.

Sin embargo y pese a manifestar que su “opinión sobre los tipos de interés sigue siendo la misma”, el mandatario turco subrayó que el Banco Central de Turquía “es independiente y toma sus propias decisiones”.

“Mi opinión sobre los tipos de interés sigue siendo la misma. Nada ha cambiado”, dijo el presidente turco en un discurso en Ankara ante la asamblea general de la Confederación de Comerciantes y Artesanos (TESK).

“Vosotros (el Banco Central) determináis los tipos de interés, pero la inflación se produce por sí misma a través del flujo. El TCMB anuncia sus objetivos de inflación para finales de año, pero en realidad hasta hoy no les he visto alcanzarlos. Sus estimaciones son erróneas y vuelven a revisar estas previsiones”, dijo Erdoğan, quien vinculó durante su discurso los incrementos de inflación a estos “pasos erróneos” dados por el Banco Central.

Turquía prohíbe el uso de moneda extranjera en el sector inmobiliario

Por otro lado a primera hora del jueves el presidente turco firmaba un decreto por el que será obligatorio usar la lira turca en las operaciones de compra, venta o alquiler de bienes inmuebles, así como en el leasing de vehículos, con el objetivo de contribuir a fortalecer la lira y frenar la demanda de divisas extranjeras, y más especialmente del dólar.

El decreto, que ya ha entrado en vigor tras haber sido publicado en el Boletín Oficial de la República, estipula que todos los contratos de compra, venta y alquiler de bienes muebles e inmuebles así como las operaciones de leasing (arrendamiento) de vehículos, serán convertidos a liras en un plazo de 30 días, y que los precios acordados en divisa extranjera serán redefinidos a liras en este mismo plazo.