Un taxista de Estambul se enfrenta a una pena de hasta 5 años de cárcel si prospera la acusación de “fraude” presentada por el fiscal, que le acusa de cobrar una tarifa excesiva a una turista de nacionalidad iraquí y a su acompañante, una mujer de nacionalidad turca.

La Corte Criminal de Primera Instancia de Estambul habría aceptado la acusación de la fiscalía contra el conductor, un hombre de 41 años de edad identificado por las siglas M.E., quien se enfrenta a la acusación de fraude por cobrar supuestamente el pasado 14 de marzo 213 liras turcas por una carrera entre los distritos de İstinye y Beşiktaş: un trayecto que habitualmente cuesta entre 40 y 50 liras.

Cuando Shati M., de nacionalidad iraquí, y su amiga turca Emine D. preguntaron al taxista por qué la carrera había sido tan enormemente cara, el taxista se limitó a señalar al taxímetro insistiendo en que debían pagar lo que éste indicaba, según el testimonio presentado por ambas mujeres, que habían salido de un lujoso centro comercial y habían querido coger un taxi para regresar a su hotel.

De hecho la mujer iraquí contó al tribunal que incluso llegó a perder su teléfono móvil en el taxi, y que tras no lo lograr encontrarlo le pidió al taxista que le diese su número de teléfono para poder contactar con él cuando encontrase el móvil, pero el hombre aparentemente intentó volver a engañarlas.

“Me dio dos veces mal el número de teléfono”, afirmó Shati M, quien advirtiendo que el hombre las estaba intentando estafar, acudió con su amiga a comisaría para presentar una denuncia.

Por su parte el taxista, para el que el fiscal pide entre 1 y 5  años de prisión y una sanción de hasta 5.000 días-multa, admitió haber dado a las mujeres distintos números de teléfono pero negó haberles robado el teléfono, así como haber intentado estafarlas.

“Me confundí en el camino, así que el trayecto me llevó más tiempo del habitual. Les dije que si no querían no tenían por qué pagarme, pero ellas insistieron en pagar”, contó el hombre al tribunal.

El caso recuerda a otro muy similar ocurrido también en Estambul, en este caso con un turista saudí, por el que otro taxista fue condenado en abril a un año y 3 meses de prisión por prolongar más del doble el trayecto al aeropuerto del turista, que además perdió su vuelo. En aquel caso el taxista recibió una pena menor que la pedida por el fiscal porque finalmente –aunque lo intentó- no llegó a cobrar al turista.