El conocido servicio de streaming Netflix ha anunciado el encargo de una miniserie de televisión basada en la vida del sultán otomano Mehmet II, más conocido como Mehmet Fatih (el Conquistador), autor del asedio y toma de Constantinopla en 1453 que causó el final del Imperio Bizantino.

La miniserie, un docudrama híbrido que estará compuesto por 6 capítulos y que tendrá el título de Ottoman Rising (El Ascenso Otomano), será coproducida por STXtv –el estudio de televisión de STX- y Karga Seven Pictures, y relatará la fascinante vida de Mehmet II –uno de los monarcas más influyentes de su época- desde su llegada al trono a los 13 años, hasta la conquista de Constantinopla en 1453 y su reinado como sultán del naciente Imperio Otomano, que se expandiría por Anatolia y los Balcanes.

STX mantendrá en principio los derechos de distribución de la miniserie en Turquía y China, mientras que Netflix se reservará el derecho a emitirla en el resto del mundo a través de su servicio en streaming.

Netflix retoma así una temática histórica -el Imperio Otomano- que ya le ha proporcionado grandes éxitos de audiencia, como la famosa serie turca Resurrección: Ertuğrul; el anuncio coincide además con el próximo estreno de The Protector, ambientada en Estambul -es de hecho la primera serie de Netflix rodada en Turquía- y protagonizada por Çağatay Ulusoy como Hakan, quien emprenderá una misión secreta para proteger Estambul de fuerzas oscuras.

Nacido en 1432, Mehmet II ascendió al trono en 1444 tras la abdicación de su padre Murat II, si bien ante la amenaza de la cruzada cristiana liderada por los húngaros pidió a su padre que volviera a asumir las riendas del poder, hasta la muerte de Murat en 1451.

El 29 de mayo de 1453 y tras un asedio de casi dos meses, Mehmet II lograba capturar gracias al uso de la moderna artillería la ciudad de Constantinopla (la actual Estambul), capital del otrora Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino) durante más de 1.000 años, cumpliendo así un sueño que había tenido ya siendo un niño.

Mehmet II convirtió la ciudad fundada por Constantino el Grande en su nueva capital –hasta entonces fijada en Edirne- y dirigió también la conquista de los últimos enclaves bajo poder bizantino que quedaban en Morea (Grecia) y en Trebisonda (norte de Anatolia).

Bajo su reinado, el Imperio Otomano continuó expandiendo sus territorios por el oeste en los Balcanes, tomando Valaquia y Moldavia, sitiando Belgrado y estableciendo una alianza con el Kanato de Crimea; mientras que por el este, se apoderó de los beylicatos túrquicos en Anatolia que no estaban bajo dominio de la dinastía otomana. Mehmet II se convertiría además en la principal amenaza para las colonias de genoveses y venecianos en el Mediterráneo Oriental.

Además de por sus conquistas militares, el sultán Mehmet II es también conocido por su cultivo del saber y por introducir el sistema de los millet (literalmente “naciones”), por el que las comunidades de no musulmanes gozaron de plena libertad religiosa y ayudaron de hecho a dirigir el imperio durante casi 450 años.