Al menos 15 personas fallecieron después de que un viejo avión de carga Boeing 707 se estrellara contra una zona residencial a las afueras de la capital de Irán, Teherán, dejando un único superviviente entre los miembros de la tripulación.

El avión, que llevaba en servicio 39 años, tenía previsto aterrizar en el cercano Aeropuerto Internacional de Payam –situado a unos 40 kilómetros al oeste de Teherán- pero acabó estrellándose contra el suelo cuando intentaba realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto militar de Fath, situado más al este en los suburbios de la capital iraní.

En un comunicado, las fuerzas armadas iraníes confirmaron que el avión transportaba un cargamento de carne a Teherán desde Biskek, la capital de Kirguistán, de donde Irán ha estado importando productos cárnicos desde 2016.

“Un Boeing 707 de carga que transportaba carne de Biskek en Kirguistán realizó un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto de Fath. Se salió de la pista durante el aterrizaje y se incendió después de chocar contra el muro al final de la pista”, indicaba el comunicado, añadiendo que el ingeniero de vuelo era el único superviviente entre los 16 tripulantes y había sido hospitalizado. Se desconoce por ahora si podría haber otras víctimas en tierra.

El comunicado castrense llegó horas después de que inicialmente hubiera varias informaciones confusas sobre a quién pertenecía la aeronave; en un primer momento un portavoz de la aviación civil iraní había declarado a la televisión estatal que el avión era kirguiso, pero una responsable del Aeropuerto Internacional de Manas en Biskek negó esa información asegurando que el avión pertenecía a la aerolínea de transporte iraní Payam Air.

Este siniestro supone el último accidente aéreo ocurrido en Irán, que en virtud de los acuerdos firmados en 2015 con las potencias occidentales para frenar su programa nuclear de enriquecimiento de uranio confiaba en poder renovar su maltrecha y obsoleta flota aérea tras décadas de sanciones y bloqueo.

Sin embargo la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirar a su país del acuerdo firmado hace 3 años entre el G5+1 (el grupo formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania) ha puesto fin a los encargos valorados en miles de millones de dólares que el régimen iraní planeaba hacer a Airbus y Boeing para renovar su flota de aviones.

Y es que la reanudación de las sanciones unilaterales por parte de EE.UU. ha aumentado el riesgo para la aviación civil en Irán, que durante los últimos años ha tenido verdaderas dificultades para obtener repuestos para su obsoleta flota de aviones, la mayoría de los cuales fueron adquiridos antes de la revolución islámica de 1979 que destronó al último Sha de Persia.