En la localidad de Bodrum, un famoso destino turístico situado en la provincia de Muğla, en la costa turca del Mar Egeo, la enternecedora historia de un perro abandonado por sus dueños que un año después sigue esperándolos en la parada de autobús donde lo dejaron ha captado la atención de la prensa nacional de Turquía.
Los vecinos del lugar han bautizado al animal, con el que han llegado a familiarizarse, con el nombre de “Can” (“Vida”, en turco). Burçin Keleş, una mujer residente en Bodrum cuya casa está situada frente a la parada de autobús, relató a la agencia de noticias Anatolia que un día mientras miraba por la ventana de su vivienda se dio cuenta de que el perro, que en un principio pensó que se trataba de un animal callejero, nunca abandonaba ese lugar.
“Mi marido y yo lo cuidamos. Le dimos el nombre de ‘Can’. Ha estado esperando a que su familia regrese desde que lo abandonaron en esta parada de autobús. Cuando hace mucho frío en la calle, lo llevamos a nuestro jardín. Pero a la mañana siguiente ya quiere saltar por la puerta (del jardín) y regresar a la parada”, asegura la mujer.
“En cuanto sale de la casa, vuelve a la parada de autobús y espera a que su familia regrese”, añade Keleş, quien cuenta que aunque los vecinos de la zona están encantados con Can, lo cierto es que él sigue añorando y esperando a sus antiguos dueños.
“Pero nosotros sabemos que su familia no va a regresar a por él. Yo investigué su historia. El perro pertenecía a una familia que solía vivir cerca de aquí. Pero su vecino de al lado solía quejarse de la presencia de perro diciendo que ‘perdía mucho pelo’. Así que su familia abandonó al perro cuando se mudaron de aquí”, explicó la vecina.
“Supe su historia cuando hablé con el vecino que se había quejado”, añade Keleş, quien afirma que si no logran encontrar un hogar adecuado para Can, ella y su marido piensan adoptarlo.
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