El gobierno turco condenó el “racismo descarado” del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien recientemente aseguró que Israel es la nación sólo “del pueblo judío”, y no de todos sus ciudadanos.
“Condeno firmemente este racismo descarado y esta discriminación”, subrayó a través de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter Ibrahim Kalın, portavoz del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan.
Recordando que en Israel viven 1,6 millones de árabes y musulmanes que también son ciudadanos del país, Kalın se cuestionó si los gobiernos occidentales se atreverán a reaccionar con la misma firmeza a las polémicas declaraciones de Netanyahu o si, por el contrario, permanecerán en silencio.
Netanyahu ha sido de hecho criticado en anteriores ocasiones -incluso dentro de Israel- por demonizar y tratar de marginar a la minoría árabe de Israel, que constituye alrededor de un 17,5% de sus ciudadanos.
Las declaraciones objeto de la polémica se produjeron el pasado domingo, cuando Netanyahu, en plena campaña electoral para las elecciones del 9 de abril, escribió en las redes sociales en respuesta a los comentarios de una actriz israelí que Israel “no es el Estado de todos sus ciudadanos”, en una alusión evidente a su población de origen árabe.
“Según la ley fundamental sobre nacionalidad que aprobamos, Israel es la nación-estado del pueblo judío, y sólo de él”, añadió Netanyahu refiriéndose a una controvertida ley –que por su carácter de fundamental tiene un estatus equivalente al de un texto de la constitución- aprobada en julio del año pasado en la Knesset (parlamento israelí), tildada de “racista” y que según denuncia la oposición árabe condena a esta minoría a ser ciudadanos de segunda clase.
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