El gobierno de Turquía expresó este miércoles su preocupación por el creciente número de ataques que se están produciendo contra mezquitas y edificios pertenecientes a la comunidad musulmana en los países de Europa.
“El hecho de que la islamofobia y la xenofobia haya alcanzado un nivel incluso más alarmante, se ha convertido en un problema que necesita ser resulto de inmediato”, denunciaba el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía en un comunicado hecho público el 12 de junio.
El texto subrayaba que es responsabilidad de los gobiernos europeos garantizar la libertad de culto de todos sus ciudadanos, sea cual sea su creencia. “El odio y la intolerancia son un virus que amenaza al mundo. Para erradicar por competo este virus, la comunidad internacional debe trabajar unida”, concluía el comunicado.
Los últimos ataques contra la comunidad musulmana se produjeron el pasado fin de semana, cuando varios desconocidos arrojaron el domingo piedras contra una mezquita en la ciudad alemana de Kassel operada por una asociación turca. Aunque no hubo que lamentar heridos, sí se produjeron daños por rotura de las ventanas del edificio.
Oleada de ataques contra la comunidad musulmana en Alemania
Anteriormente esta misma mezquita ya fue objeto de varios ataques por parte de simpatizantes en Alemania del grupo terrorista PKK, sin que los autores de los hechos fueran identificados por las autoridades de ese país.
También el pasado fin de semana medio centenar de ejemplares del Corán eran destruidos por un grupo de atacantes que irrumpieron en la Mezquita Rahman de la ciudad alemana de Bremen, y que arrojaron algunos de los libros sagrados al retrete como señal de desprecio.
La comunidad musulmana de Bremen ha expresado a través de las redes sociales su pesar por este tipio de acciones y ha urgido a las autoridades locales a tomar acciones. El ataque se produjo menos de quince días después de que un individuo que pronunciaba insultos contra el Islam apuñalase a un adolescente musulmán de 16 años en el cuello en un tranvía, hiriéndolo de gravedad.
Alemania ha sido escenario en los últimos años de un creciente aumento de los incidentes racistas y los ataques contra musulmanes, alentados por las consignas contra la inmigración y el Islam de los partidos y movimientos de ultraderecha, que están cobrando cada vez más fuerza empleando un discurso del miedo que vincula inmigración, Islam y terrorismo.
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