Un antiguo palacio bizantino del siglo XIII que se encontraba en ruinas en Estambul, la antigua Constantinopla, reabrirá sus puertas siglos más tarde convertido en un museo tras haberse completado las obras de restauración del edificio, iniciadas en 2010.
Situado en la zona de Edirnekapı del distrito histórico de Fatih, el Palacio de los Porfirogénetas o de Constantino Porfirogéneta (Tekfur Sarayı, en turco) abrirá sus puertas el lunes 17 de junio tras el fin de los trabajos de rehabilitación puestos en marcha por el Ayuntamiento Metropolitano de Estambul. Transformado ahora en un museo, reabrirá con una exposición que llevará por título “Semana de la Artesanía de Estambul”.
El edificio exhibirá también réplicas de cerámica, cristal y azulejos de época otomana, dado que durante el gobierno otomano de la ciudad el palacio sirvió precisamente como centro artístico y de artesanía donde se formaba a los artesanos y se llevaban a cabo todo tipo de trabajos manuales. El museo empleará la última tecnología para mostrar a los visitantes una experiencia interactiva y audiovisual, incluyendo el uso de hologramas.
Construido junto a las legendarias murallas de Constantinopla como un anexo del Gran Palacio de Blanquerna (nombre de un antiguo barrio de Constantinopla situado junto al Cuerno de Oro), hoy día es todo lo que queda de éste gran complejo palaciego, que sirvió como residencia imperial durante los años finales del Imperio Bizantino.
Un palacio bautizado con el nombre de un príncipe bizantino
El edificio recibió su nombre de Constantino Paleólogo, un príncipe bizantino hijo del emperador Miguel VIII Paleólogo; el nombre Porfirogéneta significaba en griego medieval literalmente “nacido para la púrpura” y era un título que se daba a los hijos del emperador reinante.
Durante la conquista otomana de Constantinopla en 1453 el palacio sufrió grandes daños debido a su proximidad a las murallas romanas de la ciudad; posteriormente tuvo todo tipo de usos, desde zoológico privado del sultán otomano a prostíbulo, hasta que a partir de 1719 comenzó a funcionar como taller de artesanía. Finalmente fue abandonado a principios del siglo XX.
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