Una vía sagrada que hace 3.000 años conectaba dos ciudades griegas en la antigua región de Caria, en la costa oeste de Turquía, será desenterrada gracias a las excavaciones puestas en marcha por un equipo de arqueólogos turcos, que también sacarán a la luz varias tumbas antiguas.
La antigua vía conectaba las ciudades griegas de Estratonicea –candidata de la UNESCO a ser nombrada Patrimonio de la Humanidad- y Lagina, en la actual provincia turca de Muğla, y era usada hace miles de años durante las ceremonias religiosas para honrar a los dioses. Ambas ciudades continuaron siendo habitadas durante siglos, durante la época helenística, romana, bizantina y otomana.
Tanto la Puerta Norte como las columnas de la vía sagrada, así como varias tumbas situadas a lo largo de la misma, han sido desenterradas durante las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo este año.
Una antigua procesión en honor de la diosa griega Hécate
“La vía sagrada fue usada desde la antigüedad como un camino ceremonial para el santuario de Hécate”, explicó el jefe de las excavaciones y profesor de arqueología en la Universidad de Pamukkale, Bilal Söğüt.
Hace 3.000 años Estratonicea era un importante centro político griego en la costa oeste de Asia Menor –la actual Turquía- mientras que Lagina constituía un destacado centro religioso, por lo que se realizaba una procesión entre ambas ciudades.
“En tiempos antiguos, los sacerdotes de Lagina participaban en una ceremonia en la que una joven iba al frente portando una llave, con un coro detrás, caminando por la vía sagrada y entrando a través de la Puerta Norte en Estratonicea”, contó Söğüt, quien añadió además que a lo largo de la ruta existían tumbas que están saliendo a la luz.
“Queremos mostrar las tumbas más importantes en su ubicación original, para mantener vivas las tradiciones de enterramiento de la vía sagrada. Queremos sacar a la superficie la vía sagrada junto con los restos originales de la época, y abrir el lugar al turismo”, concluyó el profesor.
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