Los responsables del metro de Estambul negaron el miércoles las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación a raíz de que un experto aconsejara a los pasajeros del metropolitano con alergia al polvo que usen mascarillas debido a la contaminación del aire en las estaciones.
En declaraciones al diario turco Milliyet hechas por Yıldıray Yedikardeş, director de operaciones del metro de Estambul, éste aseguró que como compañía responsable de operar las líneas de metro de la metrópolis turcas “podemos decir con toda seguridad que la calidad del aire, que está de acuerdo a los estándares internacionales, está a un nivel en el que los residentes de Estambul pueden usarlo (el metro) con toda tranquilidad y confianza”.
Sus palabras llegaron en respuesta a las manifestaciones realizadas el martes por Mikdat Kadıoğlu, profesor del Departamento de Ingeniería Meteorológica de la Facultad de Aeronáutica y Astronáutica de la Universidad Técnica de Estambul.
Kadıoğlu dijo haber realizado mediciones de la calidad del aire en las estaciones de metro de la ciudad y haber comprobado que los niveles de contaminación superan tres veces los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estipula que los niveles de partículas PM 2,5 no deben sobrepasar los 25 microgramos por metro cúbico, mientras que los niveles de partículas PM 10 no deberían superar los 50 microgramos.
¿Una contaminación 3 veces superior a los límites que fija la OMS?
Así por ejemplo, Kadıoğlu habría encontrado que en la estación de metro del distrito asiático de Üsküdar los niveles de PM 2,5 alcanzaban los 87 microgramos, mientras que en el caso de las PM 10 se elevaban hasta los 124 microgramos. Dentro de los vagones los niveles de PM 2,5 descendían hasta 49 microgramos por metro cúbico, pero aun así son el doble del límite máximo marcado por la OMS.
Sin embargo Yedikardeş refutó estas afirmaciones diciendo que además de las mediciones de la calidad del aire realizadas por el propio Ayuntamiento Metropolitano de Estambul, la compañía Metro İstanbul posee sensores de medición del aire situados en lugares específicos de cada andén que vigilan continuamente factores del aire tales como la presencia de polvo de hierro en suspensión y otras partículas.
Estas mediciones se realizan las 24 horas del día y sirven para detectar la calidad del aire que entra desde el exterior y alertar sobre la presencia de aire contaminado en las estaciones, según aseguró el responsable de la red de metro de la ciudad, añadiendo que en caso de que detectarse contaminación, el aire es expulsado por medio de enormes ventiladores capaces de retirar un flujo de 80 metros cúbicos de aire por segundo.
Según explicó Yedikardeş, las afirmaciones hechas por el profesor se basan en mediciones realizadas en una zona puntual con un aparato que está sujeto a fallos, mientras que la medición de los valores de calidad del aire se realiza de forma diferente y de forma más rigurosa.
“Para hablar sobre la fiabilidad y el valor científico de los datos, es necesario conocer qué método y qué dispositivo se está usando, además de la calibración del dispositivo, los lugares de medición, y el tiempo de análisis”, insistió el director de operaciones del metro de Estambul, negando una vez más los rumores sobre la contaminación del aire en la red.
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