Los tres principales operadores GSM de telefonía móvil de Turquía crearán una red de comunicaciones común que estará protegida frente a seísmos para ser usada en caso de desastres naturales de este tipo, según anunció el domingo el vicepresidente turco Fuat Oktay a raíz de que Estambul sufriera hace unos días un terremoto de 5,8 grados, el más grande desde el Gran Terremoto del Mármara de 1999.
Y es que habitualmente en Turquía pueden producirse unos 20 millones de llamadas al mismo tiempo, un número pequeño para la capacidad combinada total de los tres grandes operadores de telefonía - Turkcell, Vodafone y Türk Telekom (antigua Avea)- que alcanza los 118 millones de llamadas.
Sin embargo durante el terremoto de casi 6 grados que sacudió el pasado jueves Estambul y toda la región del Mármara, el número de llamadas simultáneas que soportó la red de telecomunicaciones GSM de Turquía se disparó hasta las 160 millones de llamadas simultáneas, lo que provocó el colapso de la red y que el servicio quedara suspendido temporalmente, según reconoció el propio Oktay.
Para que este problema no vuelva a repetirse en caso de una emergencia o un desastre similar, el gobierno ha llegado a un acuerdo con las tres grandes compañías de telecomunicaciones para desarrollar un plan que mejore la operatividad de la red de telefonía móvil frente a los terremotos.
El gobierno creará una red móvil gratuita para ser usada durante un terremoto
Como parte de este plan, el vicepresidente turco explicó que la capacidad total de la red se incrementará de los 118 millones de llamadas simultáneas actuales hasta los 175 millones, en un plazo de sólo 6 meses. Además se creará una línea GSM gratuita -posiblemente coordinada por la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD)- que será la única que funcione durante un terremoto.
Por otro lado aquellas antenas y estaciones de repetición de telefonía móvil que estén actualmente situadas sobre edificios susceptibles de sufrir daños en caso de un seísmo, serán trasladadas a edificios más resistentes sísmicamente para garantizar su funcionamiento en caso de terremoto. Por último los puntos de reunión establecidos en caso de seísmo contarán en pocos meses con un servicio de Wi-Fi gratuito.
El terremoto de 5,8 grados que sacudió Estambul la semana pasada fue el mayor que ha sufrido la región del Mármara -la más poblada de Turquía, y también la de mayor riesgo sísmico- en los últimos 20 años, y ha despertado los temores a que sea el anticipo de un esperado "Big One" después de que en días anteriores ya se produjeran varios temblores de creciente intensidad. En total el seísmo dejó 34 heridos y 473 edificios dañados en la ciudad.
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