La máxima autoridad religiosa de Turquía hizo esta semana un llamamiento a mantener las precauciones y las medidas de distancia social durante el mes sagrado para los musulmanes del Ramadán, que se inicia la próxima semana según el calendario islámico, pidiendo mantenerse vigilantes para evitar la propagación del coronavirus.
En un comunicado, la Oficina de Asuntos Religiosos de Turquía (Diyanet) recordó que "deben evitarse las reuniones del iftar (la cena diaria de ruptura del ayuno) con familiares, vecinos y amigos", al tiempo que informó a los musulmanes que el ayuno durante el Ramadán es una obligación para los fieles de la que no quedan exentos por la pandemia.
Citando opiniones de expertos médicos, las autoridades religiosas señalan que el ayuno no sólo no supone ningún riesgo para la salud, sino que además existen evidencias científicas que sostienen que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo.
No obstante, los enfermos de COVID-19 quedan exentos del ayuno si los médicos determinan que el ayuno puede agravar su situación, aunque la Diyanet añade que sí estarían obligados como musulmanes a recuperar esos días de ayuno una vez su salud mejore; tampoco están obligados a ayunar durante el Ramadán los trabajadores sanitarios cuyo ayuno pueda afectar a su salud o a su trabajo.
Estás previsto que durante el Ramadán de este año las mezquitas de Turquía permanezcan cerradas para las oraciones tradicionales del tarawih; desde la detección del brote de coronavirus en Turquía, las mezquitas han estado también clausuradas para las oraciones multitudinarias del viernes. El ayuno durante el mes sagrado del Ramadán es uno de los 5 pilares del Islam, y en Turquía se inicia el próximo viernes 24 de abril.
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