El número de pacientes ingresados en UCI a causa de la pandemia de coronavirus en Turquía se ha incrementado hasta los 893, la cifra más alta del mes: unos datos que los expertos atribuyen al aumento de las infecciones tras el fin de las medidas de confinamiento y que ponen la nota negativa a los buenos datos registrados hasta ahora en cuanto a pacientes recuperados de la enfermedad del COVID-19.

Según anunciaba a última hora del martes el ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, otros 27 pacientes han muerto en las últimas 24 horas en el país debido al virus, con lo que ya son 5.001 los fallecidos en total hasta la fecha; así mismo en las últimas 24 horas se practicaron 42.982 tests –superando los 3 millones de tests realizados desde marzo- que confirmaron 1.268 nuevos positivos, con lo que los casos registrados suman 190.165.

El ministro añadió además que en el último día otros 1.315 pacientes de COVI-19 han recibido el alta, sumando en total hasta ahora 162.848 los pacientes recuperados, con lo que el número de casos activos reales se sitúa por debajo de los 30.000. Sin embargo los datos sobre pacientes ingresados en cuidados intensivos no son buenos, y muestran un aumento del 40% de ingresados en UCI en comparación con principios de junio, así como un 30% más de pacientes entubados.

Un informe elaborado por científicos y publicado por el diario turco Milliyet muestra que esa tendencia al alza en los nuevos contagios, que se viene observando desde que el 1 de junio el gobierno puso fin a la mayoría de las restricciones, ya no está ocurriendo sólo en Estambul, sino también en otras ciudades: un fenómeno que los expertos atribuyen a factores como el fin de la cuarentena impuesta a los menores y los mayores de 65 años.

El profesor Ateş Kara, miembro del Consejo Científico Nacional contra el Coronavirus, cree que el aumento de pacientes ingresados en UCI es consecuencia del aumento de contagios observado en los últimos días, cuando se han mantenido en torno a los 1.500 nuevos casos diarios; no obstante Kara cree que el relativo descenso de contagios de los últimos días acabará notándose también en una disminución de los pacientes en cuidados intensivos.