Los contagios por coronavirus en Turquía no se han reducido con la llegada de las altas temperaturas y el verano, ha advertido el ministro de Salud de Turquía, quien negó sin embargo que el país esté atravesando una segunda oleada de la pandemia de COVID-19.
"La propagación del virus no se ha ralentizado, no hay evidencia científica de que se haya vuelto menos fuerte", declaró Koca a los medios el miércoles tras a asistir a una reunión del comité científico contra el coronavirus en la capital turca, Ankara.
"Antes del 16 de mayo, la edad media de fallecimiento (por coronavirus) era de 71 años, ahora es de 74. En términos de casos, la edad media de los pacientes era antes de 41, y ahora es de 32", añadió el ministro, indicando que la carga hospitalaria y el ingreso de pacientes también se han reducido, pero pidiendo no bajar la guardia ante una pandemia que aún está en su primera fase y contra lo que no hay cura ni vacuna conocida.
A este respecto, además de subrayar una vez más la importancia de mantener la distancia social y el uso de la mascarilla también durante estos meses de verano, Koca anunció que Turquía va a cooperar con Rusia y China en la investigación de una vacuna contra el virus, de la que se espera se comiencen a realizar las primeras pruebas en otoño. Por último el ministro de Salud afirmó que por ahora no está previsto reinstaurar las restricciones en Turquía.
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