Turquía ha puesto en marcha un estudio científico para determinar si el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha sufrido mutaciones tras propagarse por el país. Los resultados, que se espera estén listos en un mes, podrían ayudar a combatir al virus, que hasta la fecha ha causado casi 6.000 muertos en territorio turco.
"Es aún muy pronto para decir si el virus ha mutado. No es un virus fácil de analizar", explicó a los medios la doctora Gülay Korukluoğlu, jefa del Laboratorio de Referencia de Virología Nacional de la Agencia General de Salud Pública de Turquía. Para llevar a cabo el estudio, se han estado recogiendo muestras durante los últimos 4 meses por todo el país, que han comenzado a ser analizadas hace unos días. Los resultados serán anunciados en un mes.
"Es importante ver si el virus hallado en marzo (en Turquía) es similar al virus que había en junio, o si la muestra de virus enviada desde el sureste del país en abril tiene características similares con las muestras recogidas en la región del Mar Negro en el mismo mes", explicó la viróloga.
Korukluoğlu sin embargo desmiente que la baja tasa de mortalidad que ha tenido el coronavirus en Turquía se deba a una posible mutación del virus, y la atribuye a la eficacia del sistema de salud en Turquía. "Nunca he pensado que esto esté vinculado con una mutación. Creo que nuestra respuesta y el desarrollo de protocolos de tratamiento han sido muy buenos", subrayó.
Temor a un repunte de casos de COVID-19 durante la Fiesta del Sacrificio
Según los últimos datos anunciados el domingo por el ministro de Salud, Fahrettin Koca, 987 nuevos casos de coronavirus han sido detectados en Turquía mientras que 978 personas han recibido el alta médica, sumando ya en total 216.494 las personas que han superado la enfermedad en el país, mientras que el número de casos acumulados ha alcanzado los 232.856.
Esto supone que a día de hoy hay poco más de 16.000 casos activos de coronavirus en Turquía, aproximadamente la mitad que hace sólo un mes. Koca anunció además que en las últimas 24 horas 18 personas habían fallecido a consecuencia de la COVID-19, elevando a 5.728 el número total de muertos causados por la pandemia.
El ministro mostró sin embargo su preocupación por un posible aumento de casos de coronavirus en Turquía durante la Fiesta del Sacrificio por la relajación de las medidas de precaución, y cuyas consecuencias se verán en los próximos días: un incremento que ya se ha detectado en las provincias de Ankara, Mardin, Diyarbakır, Gaziantep y Konya.
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