Las ansiadas lluvias que necesita Turquía -que atraviesa la peor sequía en al menos una década- llegaron el martes en forma de lluvias torrenciales que causaron importantes inundaciones en las provincias del oeste del país, especialmente en la ciudad de İzmir (Esmirna); por el contrario, en las provincias orientales los termómetros están marcando temperaturas máximas nunca vistas en esta época del año.
Las lluvias que comenzaron a hacer acto de presencia el lunes en el oeste de Turquía aumentaron de intensidad el martes, produciéndose fuertes tormentas e intensas precipitaciones que causaron inundaciones en ciudades como İzmir, la tercera más poblada del país y donde casas, tiendas y bajos quedaron anegados por el agua.
Muchos conductores, especialmente motoristas (cuyo número se ha incrementado durante la pandemia debido al aumento de la demanda de las entregas a domicilio), tuvieron serias dificultades para circular con el agua llegando a alcanzar en algunas zonas 40-50 centímetros de altura. En el distrito de Buca, a las afueras de la ciudad, una mujer de 66 años tuvo que ser rescatada de debajo de un camión después de que el agua la arrastrara calle abajo.
Según los meteorólogos, el centro de la ciudad y especialmente los barrios próximos a la bahía fueron los más afectados y recibieron hasta 77,9 litros por metro cuadrado de lluvia, que cayeron principalmente en un intervalo de 6 horas impidiendo que el terreno y el sistema de alcantarillado de la ciudad tuvieran tiempo de absorber el agua, y causando así las inundaciones. Se espera que las lluvias continúen mañana aunque de forma más moderada.
Temperaturas máximas récord en el este de Turquía... Y nieve en Ankara
También en la provincia mediterránea de Antalya las precipitaciones fueron intensas acompañadas de vientos de hasta 85 kilómetros por hora, provocando olas de 5 metros en la famosa playa de Konyaaltı y arrancando varios árboles y tejados de las casas en la zona. Varias tiendas y bajos resultaron también inundados.
Mientras el oeste de Turquía sufre importantes inundaciones, en varias provincias del centro y este del país los termómetros marcan temperaturas inusuales para esta época del año. En Sivas se han registrado 18 grados, un récord no visto desde 1930, mientras en provincias del sureste como Hakkari, acostumbradas a temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, los termómetros rondan los 10 grados. Por el contrario en la capital turca, Ankara, la nieve ha vuelto a hacer acto de presencia.
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