El presidente turco Tayyip Erdoğan tuvo este lunes duras palabras para EE.UU., a cuyo gobierno acusó de apoyar al grupo terrorista PKK mientras al mismo tiempo Washington ofrece sus condolencias a Turquía después de que el PKK asesinase a 13 ciudadanos turcos a los que mantuvo durante varios años secuestrados en el norte de Irak.
En un discurso pronunciado ante miembros de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en la provincia de Rize, al este del Mar Negro, Erdoğan insistió en que Estados Unidos ha prestado siempre apoyo al PKK y a su rama siria, el YPG, entregándoles toneladas de armas y suministros. “El comunicado de EE.UU. sobre la ejecución de los ciudadanos turcos por el PKK en el norte de Irak es ridículo. Afirman que no apoyan al PKK, pero sin duda lo hacen”, dijo.
“Si queréis continuar nuestra alianza global y en la OTAN, entonces debéis cesar de poneros del lado de los terroristas. Esta no es la primera masacre de civiles que comete el PKK. Decís que no apoyáis a los terroristas, cuando de hecho estáis a su lado y tras ellos”, insistió Erdoğan. “La organización terrorista (PKK) que está a nuestras puertas, en nuestras fronteras, está matando a inocentes”, añadió.
Las palabras del presidente turco hacían referencia a un comunicado oficial emitido por el Departamento de Estado de EE.UU., en el que se dice que Estados Unidos “deplora la muerte de ciudadanos turcos” y que “está del lado de su aliada en la OTAN, Turquía”. Ofreciendo sus condolencias a las familias de las víctimas, el texto señala que “si se confirma la muerte de civiles turcos a manos del PKK, una organización considerada terrorista, condenamos esta acción”.
España “lamenta” el asesinato de ciudadanos turcos en Irak
Varios países emitieron también mensajes de condena y de solidaridad con Turquía en las últimas horas. La embajada de España en Ankara publicaba hoy un mensaje en español y en turco en Twitter diciendo: “Lamentamos profundamente la muerte de trece ciudadanos turcos en un incidente terrorista en el norte de Irak, y queremos mandar nuestro más sentido pésame a sus familias, y nuestra solidaridad al Gobierno y al pueblo turcos”.
Sin embargo, también a través de Twitter, el ministro de exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu criticaba en una serie de mensajes que muchos países hayan guardado silencio ante esta tragedia. “Los dobles estándares del mundo occidental sobre el terrorismo, y su enfoque selectivo que distingue entre ‘terrorista bueno’ y ‘terrorista malo’, continúan”, escribió Çavuşoğlu. “Países que afirman combatir el terrorismo, o guardan silencio sobre la masacre del PKK o tratan de quitarle importancia justificándola”, añadió.
6 años secuestrados, ejecutados de un disparo en la cabeza
Los hechos que han desatado la polémica se refieren al descubrimiento en una cueva de las montañas de la región iraquí de Gara, fronteriza con Turquía y donde el ejército turco desarrolla una operación contra el PKK, de los cuerpos sin vida de 13 ciudadanos turcos que habían sido secuestrados, según anunció el domingo el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.
Según las informaciones divulgadas en medios turcos, habían sido secuestrados hace años por el PKK mientras viajaban por el sureste de Turquía, y desde allí llevados a las montañas del norte de Irak donde el grupo terrorista tiene sus campamentos. Los 13 ciudadanos turcos, algunos de ellos policías y gendarmes y el resto civiles, fueron trasladados a diferentes ubicaciones del norte de Irak durante 6 años para evitar ser localizados.
Su destino final fue unas instalaciones excavadas en una cueva en una montaña de la región de Gara, que el ejército turco localizó hace unos días durante sus operaciones en la zona. La cueva funcionaba como una prisión excavada en la roca y se componía de varias estancias y corredores custodiados por miembros armados del PKK. Tras ser descubiertos, los cuerpos sin vida fueron trasladados el domingo a la provincia turca de Malatya para practicárseles la autopsia.
El gobernador de Malatya, Aydın Baruş, ha anunciado que las identidades de 10 de los 13 ciudadanos turcos asesinados por el PKK han sido determinadas tras un examen forense, confirmando que entre ellos hay algunos policías y gendarmes y que el resto (al menos la mitad) son civiles. Todos ellos fueron ejecutados: “12 de nuestros ciudadanos fueron disparados en la cabeza por terroristas del PKK, y otro recibió un disparo que le atravesó el hombro”, declaró Baruş.
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