Turquía ha pedido una investigación adecuada, transparente y rápida que aclare las circunstancias del asesinato de la corresponsal palestina de Al-Jazeera, Shireen Abu Akleh, durante una redada del ejército israelí en la Cisjordania ocupada.

“Me siento profundamente entristecido por la noticia del asesinato de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, y ofrezco mis condolencias a su familia y compañeros”, escribió en Twitter Fahrettin Altun, jefe de comunicaciones de la presidencia de Turquía. “Resulta inaceptable que los periodistas, que sirven a la opinión pública y a la verdad, sean un objetivo, sean cuales sean las circunstancias”, subrayó.

Akleh, de 51 años y nacida en Jerusalén, se había convertido durante sus más de dos décadas de trabajo en todo un icono de los medios de comunicación palestinos y en un referente en lo que concernía a la cobertura de la vida en los territorios bajo la ocupación de las fuerzas israelíes, cubriendo especialmente acontecimientos como la Segunda Intifada, entre los años 2000 y 2005. Su cuerpo fue enterrado hoy en un multitudinario funeral con honores al que asistió el presidente palestino Mahmud Abbas.

Shireen Abu Akleh llevaba trabajando desde 1997 para el canal en lengua árabe de Al-Jazeera; fue precisamente cuando cubría para esta cadena una redada del ejército de Israel en la ciudad ocupada de Jenin, en Cisjordania, cuando murió tras recibir un disparo en la cabeza de soldados israelíes, según informó el Ministerio de Salud de Palestina, unas acusaciones que sin embargo niega el gobierno de Tel-Aviv. En cualquier caso, su trágica muerte evidencia una vez más el alto precio que pagan los palestinos bajo la ocupación israelí.