Turquía está viviendo los últimos días de la pandemia de coronavirus, ha asegurado esta semana el ministro turco de Salud, Fahrettin Koca, mientras el número de contagios sigue cayendo a niveles mínimos y ha descendido ya por debajo de los 1.500 casos diarios.

“Hemos luchado una gran batalla contra la pandemia actuando juntos y con solidaridad, y creo que vamos a ver su fin”, dijo el ministro durante una conferencia de prensa organizada el martes en Ankara junto con su homólogo de Azerbaiyán, Teymur Musayev, en la que Koca también destacó el éxito de la vacuna desarrollada en Turquía contra la COVID-19, Turkovac.

“Tenemos el orgullo merecido de ser un país que ha desarrollado su propia vacuna”, subrayó Koca, quien dio las gracias al país vecino por ayudar en el desarrollo de Turkovac: a principios del pasado mes de marzo, Turquía y Azerbaiyán firmaron un acuerdo para conducir parte de los ensayos de la fase III de la vacuna turca en la capital azerbaiyana, Bakú, siendo la primera investigación clínica desarrollada por Turquía en un país extranjero.

Los datos más recientes anunciados a última hora de ayer por el Ministerio de Salud de Turquía, muestran que en las últimas 24 horas se registraron 1.443 nuevos contagios en todo el país, con sólo 3 muertes registradas por COVID-19, mientras que 1.274 pacientes recibieron el alta en el último día, en el que se realizaron un total de 135.563 tests de coronavirus.

A finales de abril el gobierno de Turquía decretó el fin de la mascarilla obligatoria en espacios interiores, con excepción de los hospitales y el transporte público; pero ya entonces el presidente turco Tayyip Erdoğan anunció que si los contagios caían por debajo de los 1.000 positivos diarios, se decretaría el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en todos los ámbitos, lo que señalaría prácticamente el fin de la pandemia de coronavirus en Turquía.