Miles de trabajadores de la salud en Turquía se han sumado a la huelga general convocada hoy por el Sindicato de Trabajadores de la Salud y los Servicios Sociales (Sağlık-Sen) tras el brutal asesinato de Ekrem Karakaya, un médico de la provincia turca de Anatolia.
“Debido al criminal asesinato de Ekrem Karakaya durante el cumplimiento de su deber en la Ciudad Hospital de Konya, como Sağlık-Sen, hemos convocado una huelga en todas las instituciones y organizaciones sanitarias el 7 de julio”, anunció el sindicato turco en un comunicado tras conocerse la noticia de la muerte del médico.
El asesinato ha desatado una ola de indignación entre el personal sanitario de Turquía y puesto el dedo en la llaga sobre el problema de la violencia contra los sanitarios, en un país donde -según informe presentado hace un año por el sindicato Sağlık-Sen- de media entre 20 y 30 trabajadores de la salud son objeto de agresiones por parte de pacientes cada mes.
A pesar de que el parlamento turco recientemente aprobó un endurecimiento de las penas en actos de violencia contra sanitarios, más de la mitad de los trabajadores sanitarios de Turquía afirma haber sufrido violencia en el trabajo, a menudo por parte de pacientes molestos por que no les recetan el medicamento que quieren, o a manos de familiares de pacientes que reciben tratamiento o han fallecido.
El asesino, un guardia de seguridad, se suicidó tras el crimen
Este ha sido de hecho el trágico caso que condujo a la muerte de Karakaya, quien fue asesinado ayer de un disparo por Hacı Mehmet Akçay, un guardia de seguridad del hospital, paradójicamente encargado de velar por su seguridad; Akçay asesinó al médico por culparlo de la muerte de su madre, Kezban Akçay, quien había fallecido un mes atrás a causa de un ataque al corazón. Tras cometer el crimen, el asesino se quitó la vida suicidándose con la pistola con la que había matado a Karakaya.
El ministro turco de Salud, Fahrettin Koca, confirmaba en las últimas horas la noticia a través de su cuenta oficial en Twitter: “Un guardia de seguridad del Hospital Estatal del Distrito de Yunak disparó contra un médico con su pistola en la Ciudad Hospital de Konya, causándole la muerte. Él mismo falleció también en el suceso”. “Las autoridades continúan la investigación sobre este espantoso crimen. Envío mis condolencias a toda la nación”, añadió el ministro.
El gobernador de Konya, Vahdettin Özkan, condenó “vehementemente” el asesinato, subrayando que los ciudadanos deberían estar agradecidos por los cuidados que prestan los trabajadores de la salud. El presidente turco Tayyip Erdoğan condenó también el brutal asesinato del médico, a cuya familia telefoneó personalmente para transmitirle sus condolencias.
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