La comunidad turca en Noruega está preocupada por el auge de la xenofobia y la islamofobia en este país y en toda Europa, y temen el aumento de los ataques racistas tras la masacre cometida el pasado viernes.
Hatice Elmacıoğlu, presidenta de la Federación de Asociaciones Turcas de Noruega, explicó en declaraciones al diario turco Zaman que lo más preocupante resulta el apoyo expresado en diversos foros de internet al manifiesto de 1.500 páginas de extensión que el autor de la masacre de Oslo, Anders Behring Breivik, redactó antes de cometer los asesinatos. "La mayoría de nosotros está ciertamente preocupada, especialmente si se permite que él (Breivik) pueda montar un espectáculo como éste", dijo Hatice aludiendo a la atención mediática recibida por el autor de los atentados en Oslo. "Da realmente miedo pensar que había gente en internet que apoyaba su manifiesto".
Esta turca afincada en Noruega, que describe lo ocurrido como una de las peores masacres vivida en Noruega y en todo el mundo, asegura que el miedo puede sentirse en la calle entre los ciudadanos. "No podemos creerlo (lo ocurrido). En las calles, Noruega ha perdido su inocencia, todos nos miramos con desconfianza en los trenes". Asegura además que cuando la bomba explotó en el centro de Oslo, donde se encuentra su oficina, y tras oir las noticias de la masacre en la isla de Utoya, la gente apenas era capaz de asimilar lo ocurrido y de creer que de verdad estaba pasando. "Nos preguntábamos si era una broma pesada, si algo así estaba ocurriendo realmente en Noruega", relata.
Hatice señala también que había indicios de una creciente xenofobia en Noruega, pero que nadie podía imaginar que un acto salvaje como el ocurrido en Oslo podría venir de un noruego. "Hace aproximadamente un año hubo un artículo (en la prensa) advirtiendo de la amenaza (de la creciente xenofobia), pero nadie hubiera imaginado que un noruego convertiría Noruega en un infierno", señala, reconociendo que hasta la masacre del viernes no era consciente de cuánto había aumentado el racismo en el país.
Pese a todo, la presidenta de la Federación de Asociaciones Turcas de Noruega destaca que lo ocurrido es obra de una minoría y que la tragedia ha unido a la gente en el país. "Los políticos también se han unido. Realmente espero que el nacionalista Partido del Progreso (FRP) tendrá más cuidado a partir de ahora", dijo en alusión al principal partido de la oposición -que muchos califican de extrema derecha- y a su discurso claramente racista e islamófobo.
Hatice subraya que la comunidad turca en Noruega también debería aprender sus propias lecciones de lo ocurrido. "Necesitamos ser más pro-activos, construir puentes (culturales), expresarnos nosotros mismos más fluidamente, y acabar con la islamofobia".
El último recuerdo de Hatice es para dos de sus amigas cuyos hijos estaban en la isla de Utoya y aún se encuentran entre los desaparecidos. "Como madre que yo también soy, me siento horrorizada por esto... Realmente espero que encuentren a sus hijos sanos y salvos".
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