El primer ministro portugués Pedro Passos Coelho volvió el martes a respaldar firmemente la integración de Turquía en la Unión Europea durante la visita que su homólogo turco, Ahmet Davutoğlu, realizó al país para estrechar las relaciones políticas y económicas entre ambas naciones. En su viaje, estuvo acompañado por una amplia delegación que incluyó al ministro de finanzas Mehmet Şimşek, el ministro de exteriores Mevlüt Çavuşoğlu, y el ministro para asuntos de la UE Volkan Bozkır.
“Turquía debe dejar de ser un país que tenga una presencia simbólica en las fotos de familia de la UE, y asumir una posición real en nuestra familia”, subrayó Coelho durante la conferencia de prensa conjunta que ambos ofrecieron en Lisboa tras la primera reunión de la Cumbre Intergubernamental Turco-Portuguesa, establecida cuando el propio Coelho visitó Turquía en diciembre de 2012.
Por su parte Davutoğlu agradeció el apoyo que Portugal siempre ha dado al proceso de negociaciones entre Ankara y Bruselas, destacando que “ésta es la voz fuerte y clara que Turquía necesita en la Unión Europea”. “Confiamos en que las negociaciones de adhesión que Turquía está teniendo con la UE no se limitarán a acuerdos comerciales, y que Turquía tendrá su propio estatus en la UE”, agregó.
En lo concerniente a las relaciones bilaterales, Davutoğlu apostó por aumentar el volumen de intercambios comerciales entre Portugal y Turquía hasta los 4.500 millones de euros, frente a los 1.100 millones de euros que sumaron durante el pasado 2014. El primer ministro turco también anunció la próxima puesta en marcha de dos vuelos directos diarios través de la aerolínea turca Turkish Airlines entre Estambul y Lisboa, así como de conexiones diarias con la ciudad portuguesa de Oporto.
Durante su estancia en Portugal, Davutoğlu se reunió también con otras autoridades lusas incluyendo el presidente Aníbal Cavaco Silva y su predecesor Jorge Sampaio, quien además fue el primer alto representante en la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones impulsada por España y Turquía y adoptada a partir de 2007 por Naciones Unidas.
El premier turco también visitó la mezquita central de Lisboa y se reunión con representantes de la comunidad musulmana en Portugal; posteriormente, acompañado de varios ministros y autoridades portuguesas, se desplazó hasta el monumento que recuerda en la capital lusa el asesinato –hace ahora 23 años- del diplomático turco Erkut Akbay y su esposa Nadide Akbay por el grupo terrorista armenio ASALA, donde rezó una oración por las víctimas y depositó ante el lugar una corona de flores con la imagen de la bandera de Turquía.
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