La crisis creada en Estambul tras la toma de un rehén en el palacio de justicia de Çağlayan por parte de miembros del grupo terrorista DHKP-C finalizó en la noche del martes con un asalto por parte de las fuerzas especiales que culminó en la muerte de los dos secuestradores y dejó gravemente herido al fiscal que permanecía retenido desde el mediodía, quien acabaría muriendo poco después en el hospital.

Las autoridades turcas confirmaban el martes por la noche la muerte del fiscal Mehmet Selim Kiraz, de 46 años de edad y que desde hacía seis meses se encargaba del caso por la muerte del joven Berkin Elvan durante las protestas por el Gezi Park ocurridas en el verano de 2013. La policía, que rodeaba el edificio desde el mediodía, lanzó el asalto final en torno a las 21:00 horas (20:00 CET) después de que se oyeran disparos por teléfono durante las negociaciones con los terroristas, que se prolongaron durante ocho horas, según informó el jefe de policía local Selami Altınok.

Tras la operación, en la que ambos secuestradores fueron abatidos, Kiraz fue evacuado en ambulancia herido de extrema gravedad pero aún vivo, aunque acabaría falleciendo poco tiempo después en el hospital donde se le practicó una operación de urgencia. “Kiraz se encontraba en estado crítico cuando fue trasladado al hospital... Desgraciadamente, le hemos perdido a pesar de todos los esfuerzos del equipo que le operaba”, anunciaba por la noche a los periodistas el director provincial de salud, Selami Albayrak.

El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, que felicitó a las fuerzas de seguridad por su trabajo, informó a la prensa que el rehén había recibido cinco disparos –dos en la cabeza y tres en el cuerpo- y que los secuestradores habían conseguido colarse en el edificio disfrazados de abogados. “Este es un incidente del que podemos aprender, y que necesita ser tomado de forma seria”, declaró Erdoğan.

El primer ministro Ahmet Davutoğlu, que hizo un llamamiento “a la calma y a permanecer unidos” a la sociedad turca, aseguró por su parte que todas las medidas necesarias serían tomadas y calificó lo ocurrido como un ataque no sólo contra el fiscal, sino contra “el poder judicial y la democracia en Turquía, y contra todos los ciudadanos turcos”.

Davutoğlu también identificó a los dos terroristas como Şafak Yayla Zonguldak, nacido en 1991, y Bahtiyar Doğruyol, nacido en 1987. Ambos estaban relacionados con el DHKP-C. Varias cuentas en Twitter vinculadas a la organización armada reivindicaron de hecho la acción en nombre del DHKP-C, un grupo que hasta hace relativamente poco se creía disuelto pero que en los últimos años ha perpetrado varios ataques, incluyendo atentados suicidas.