Las autoridades turcas anunciaron el viernes la detención de 8 personas en relación con la explosión ocurrida el jueves en un edificio en el distrito de Çukurambar, a las afueras de Ankara, que destrozó unas oficinas de la agencia tributaria y dejó tres heridos, afortunadamente todos ellos leves, gracias a que el lugar se encontraba vacío en ese momento.
Aunque inicialmente se había atribuido el suceso a un problema técnico en la sala de calderas del edificio, la investigación puesta en marcha y el examen de las cámaras de seguridad determinó que la explosión había sido causada por una bolsa con explosivos colocada por un individuo en la entrada el edificio, según confirmó el viernes el gobernador de Ankara.
Dos de las cuatro personas que escaparon del lugar en el mismo coche junto con el principal sospechoso de haber colocado la bomba, fueron detenidas en la provincia de Osmaniye, al sur de Turquía, mientras que los otros dos fueron capturados en la vecina provincia de Adana.
Otras cuatro personas fueron detenidas en las provincias de Şırnak y Mardin, en el sureste de Turquía, después de que la policía descubriera que habían estado en contacto con los principales implicados en el atentado.
El principal responsable de colocar los explosivos en el edificio, identificado como Ersen Ertogan de 26 años de edad, murió en un enfrentamiento con la policía durante la operación para capturarlo.
Según informó la prensa turca, Ertogan había entrado en Turquía ilegalmente usando un documento de identidad falso, y había recibido entrenamiento en el norte de Siria por parte del YPG, brazo armado del Partido de la Unión Democrática (PYD), que las autoridades turcas afirman que no es más que la rama siria del grupo terrorista PKK y contra el que el ejército turco puso en marcha una operación el 20 de enero para expulsarlo del cantón sirio de Afrin.
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