Turquía celebra este 15 de julio el Día de la Democracia y la Unidad Nacional en el que se rinde honor a aquellos que perdieron la vida en defensa de la democracia y el orden constitucional durante el intento de golpe de Estado que sufrió el país hace ahora tres años.
Como parte de las ceremonias celebradas por todo el país, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan se reunió frente al Palacio Presidencial con los heridos durante aquel día, así como con familiares de los fallecidos; posteriormente se dirigieron a un monumento a los mártires erigido con ocasión del aniversario del golpe, ante el que el presidente turco depositó flores y rezó una oración por los fallecidos.
Más tarde todos los asistentes al acto marcharon juntos andando a la Mezquita de Beştepe, donde se celebró una ceremonia religiosa en la que Erdoğan recitó en persona versos del Corán. El programa de la jornada continuó con una sesión especial celebrada en la sede del parlamento turco en Ankara, donde además se inauguró una exposición de fotografías tomadas por periodistas durante el fallido golpe de Estado.
En Estambul se celebró también en la Mezquita de Çamlıca una ceremonia religiosa por las 251 víctimas mortales y los miles de heridos que causaron los militares golpistas.
“El 15 de julio Turquía puso fin a la historia de los golpes”
“En el aniversario del 15 de julio, conmemoramos con compasión a nuestros heroicos mártires, que dieron sus vidas por la democracia y la patria, y con gratitud hacia nuestros veteranos (heridos y mutilados)”, escribió en Twitter con ocasión de este día el ministro de exteriores turco Mevlüt Çavuşoğlu.
“En la noche del 15 de julio demostramos al mundo que no nos arrodillaríamos ante ningún poder humano que no fuera la voluntad del pueblo. Este es un honor que tienen muy pocas naciones”, escribió en la misma red social el ministro de Justicia Abdulhamit Gül.
Por su parte en declaraciones a la prensa, el presidente turco calificó el 15 de julio de 2016 como un “día bendecido en el que nuestra poderosa nación puso fin a la historia de los golpes de Estado”. “El 15 de julio es una fecha única en la que el pueblo evitó un golpe”, escribió en un artículo publicado por el diario Hürriyet. “La victoria del 15 de julio es una luz de esperanza de una Turquía más libre, civil y democrática para las generaciones futuras”, añadió.
Con respecto a la lucha contra FETÖ, la organización liderada por el clérigo Fethullah Gülen al que se responsabiliza de estar detrás de la organización del alzamiento militar, Erdoğan la definió como algo parecido a un “cáncer metastásico, que necesita ser completamente eliminado”, e insistió en que hay “ciertos círculos” que siguen apoyando a Gülen.
Día de dolor para las familias de las víctimas
Este día fue también una jornada de dolor para los familiares de los 251 muertos en el golpe, la mayoría civiles que cayeron abatidos por los disparos de los golpistas cuando desafiaron el toque de queda y salieron a la calle. Los cementerios de todo el país se llenaron de personas que acudieron a depositar flores y rezar oraciones en recuerdo de sus seres queridos fallecidos aquel día.
Entre ellos está la familia Hasbal, que perdió aquel día a Cengiz Hasbal en el Puente del Bósforo de Estambul, rebautizado después como Puente de los Mártires debido a que fue en ese lugar donde murieron la mayoría de las víctimas. Cengiz acudió aquella noche al puente que une la parte europea y asiática de Estambul junto con su hermano Hüseyin, y se pusieron al frente de una marcha que quiso desafiar a los militares golpistas que cortaban el paso.
“Cuando llegaron al puente, dispararon contra ellos”, cuenta su padre, Ahmet. “Cengiz fue alcanzado durante la segunda descarga de disparos. Las balas no alcanzaron a Hüseyin, pero Cengiz cayó. Murió 19 días más tarde (en el hospital)”, añade el padre, que confiesa que el dolor por la pérdida de su hijo nunca le abandona.
“No hay un solo día en los últimos tres años en que le hayamos olvidado. Las personas que sufrieron martirio (muerte) por su país y por el pueblo, no pueden olvidarse”, subraya Ahmet.
“Cada día, cada hora, mi hijo muere ante mis ojos”
Otra de las familias que recuerda con dolor este día es la familia Baysan. Ufuk Baysan servía como jefe de policía en la comandancia de las fuerzas especiales del distrito de Gölbaşı, en Ankara, cuando fue asesinado por los golpistas. “El 15 de julio es un recuerdo doloroso para mí y para las familias con mártires como nosotros”, cuenta Ramazan Baysan, padre de Ufuk.
“Es inaceptable bombardear a personas, sin importar que fueran ancianos, jóvenes o niños, o bombardear el parlamento turco”, subrayó Ramazan al hablar de cómo los cazas en poder de los militares golpistas bombardearon la capital. “No importa cuánto se lucha contra el dolor, no desaparece. Cada día, cada hora... mi hijo muere ante mis ojos. Pero tenemos que aceptar esta situación”, asegura Ahmet.
Por su parte su esposa Hanife, madre de Ufuk, asegura que el 15 de julio de 2016 fue para ella el día más difícil de su vida, al igual que para otras víctimas del golpe de Estado que sufrió Turquía aquel día horrible. “Estoy orgullosa de que fuera un mártir, pero mi corazón también se lamenta”, confiesa la afligida madre.
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