La operación militar puesta en marcha la semana pasada por el ejército turco en la región norte de Siria fronteriza con Turquía tiene el único objetivo de eliminar a grupos terroristas como el YPG, la rama siria del PKK, y en ningún caso a la población civil o a los kurdos, subrayó el domingo en declaraciones a los periodistas el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan.
"Es claramente obvio que nuestra operación no va dirigida contra el pueblo sirio, o contra los kurdos que hay allí, sino contra los terroristas", insistió Erdoğan durante una conferencia de prensa ofrecida en Estambul para dar los últimos detalles sobre la operación bautizada como "Fuente de Paz" (Barış Pınarı, en turco).
En este sentido, el presidente turco subrayó que se están tomando todas las medidas posibles para no dañar a la población civil durante la operación, y recordó que de no ser así el avance de las fuerzas turcas y de sus aliados del denominado Ejército Nacional Sirio (SNA, en inglés) sería mucho más rápido, dada la fuerza y la potencia de fuego con que cuenta el ejército turco.
"El poder militar de Turquía es suficiente para aplastar a la organización terrorista (YPG) en un par de días en toda la zona de la operación, si no actuáramos preocupándonos (de las víctimas civiles)", dijo. Turquía tiene el segundo ejército más poderoso de la OTAN tras el de Estados Unidos.
18 civiles muertos en Turquía por ataques desde Siria
"Pero trabajamos con la precisión de un relojero y mostramos el máximo esfuerzo posible en no permitir siquiera que un civil sangre por la nariz", explicó Erdoğan, quien aprovechó para recordar que 18 civiles han muerto -la mayoría niños- y otros 147 han resultado heridos hasta la fecha a consecuencia de ataques con cohetes y proyectiles de mortero lanzados por el YPG desde Siria contra poblaciones fronterizas turcas.
El mandatario turco recordó también que el objetivo de la operación es que las fuerzas turcas y del SNA se adentren unos 30-35 kilómetros en territorio sirio para crear una franja de seguridad que evite los ataques contra territorio turco, y confirmó que la ciudad siria de Ras al-Ain ha sido ya capturada de manos del YPG.
A última hora del domingo el SNA con el apoyo de la aviación turca se hacía también con el control de otra estratégica ciudad fronteriza siria, Tell Abyad. En total son hasta la fecha dos ciudades, un pueblo -Suluk- y 56 aldeas fronterizas sirias las que han sido capturadas expulsando de ellas a los militantes del YPG/PKK.
El YPG miente sobre la fuga de prisioneros del Daesh
Erdoğan aprovechó la ocasión además para lanzar duras críticas contra las falsas informaciones divulgadas por el YPG y de las que se han hecho eco muchos medios occidentales, y que aseguran que los ataques del ejército turco han provocado la fuga de prisioneros del Daesh en las zonas bajo control del YPG: unas falsas noticias que tienen el objetivo de alentar a Occidente y especialmente a Estados Unidos a frenar la ofensiva turca.
Turquía ha negado categóricamente en repetidas ocasiones haber atacado los campos de prisioneros del Daesh; a ello se unen informaciones como las proporcionadas a medios turcos por un testigo -un trabajador civil en Raqqa- que asegura que de hecho fueron miembros del YPG quienes prendieron fuego a un campo de prisioneros del Daesh en la ciudad siria de Ayn Issa para obligar a huir a los presos.
Erdoğan, que una vez más recalcó que Turquía no tiene ambiciones territoriales en Siria y que Ankara siempre ha defendido la integridad territorial de ese país, también aprovechó la ocasión para decir que las amenazas de sanciones o embargos contra Turquía por parte de Occidente no detendrán la operación en Siria.
"Tras poner en marcha la operación, hemos recibido amenazas tales como sanciones económicas y embargos en la venta de armas. Pero quienes piensan que pueden obligar a Turquía a dar marcha atrás con estas amenazas, están terriblemente equivocados", advirtió el presidente turco.
Estados Unidos vuelve a admitir que el YPG y el PKK son lo mismo
Por otro lado el mismo domingo y durante un encuentro con periodistas, un alto funcionario en Washington volvía a reconocer el hecho de que en realidad el YPG es la misma organización que el PKK -un grupo incluido en la lista de organizaciones terroristas internacionales de Estados Unidos, además de la UE- a pesar de que EE.UU. ha estado durante los últimos años financiando, equipando, entrenando y armando al YPG.
El mismo alto cargo admitió igualmente a la prensa que la decisión de EE.UU. de asociarse con las SDF (Fuerzas Democráticas Sirias), un eufemismo utilizado para tratar de encubrir la entrega de armas al PKK/YPG, creó de facto un gran problema para la seguridad de Turquía, cuya consecuencia sería la operación lanzada ahora por el ejército turco en Siria.
"(Para combatir al Daesh) necesitábamos un aliado sobre el terreno, y ese aliado ha sido (durante años) el SDF, que está formado principalmente por el YPG, que es la filial siria del PKK. Eso, por supuesto, representa un problema para Turquía, que ha estado sufriendo horribles ataques terroristas del PKK durante 35 años, desde 1984", dijo el funcionario.
La misma fuente admitió que las preocupaciones sobre su seguridad que tiene Turquía por este motivo son legítimas, pero añadió que EE.UU. considera una mala idea la decisión de lanzar una operación unilateral en Siria contra el YPG. Por último el alto funcionario recordó que el presidente Donald Trump ha sugerido una mediación de Estados Unidos entre Turquía y el YPG para lograr un alto el fuego: una propuesta que Ankara ya ha rechazado rotundamente.
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